Síntesis del post: Dios existe. Un par de pajas.
Buenas noches. Vengo a contarles algo que nadie me pidió que les contara. No hay coacción, solo aburrimiento y ganas de difundir.
Dios existe, el detalle es que nosotros no le importamos. No nos ama. No nos odia. Solo nos mira como una vaca que ve pasar el tren. Un tren creado por ella misma, claro. Pero nos mira fijo. Resulta que un día el tipo estaba aburrido y nos inventó, así sin más. Se podría haber hecho una regia paja, pero decidió edificar una especie nueva en un cascote remoto del Universo. Y fue a su imagen y semejanza? No. Tampoco, muchachos. Dios no se parece a nada. Edificó miles de especies en otros miles de cascotes remotos. Y de esa forma evitó miles y miles de pajas sin sentido. Nos hizo según su estado de ánimo ese día. Y aquí estamos, esa es la verdad, no le busquemos el pelo al huevo.
Por último deseo aclarar a los lectores que lo escrito en este artículo es una suposición mía. Después de las buenas noches nos sumergimos de lleno en el terreno de la conjetura. Y en rigor de verdad, las buenas noches tampoco califican como un hecho indiscutible, podrían no ser tan buenas, o ni siquiera ser noches.
Y ahora me voy, ya está. No me siento inclinado a edificar ninguna especie nueva en ningún cascote remoto del Universo. Así que veremos qué pinta…
Tengan ustedes muy buenas noches.