Extraña sucesión de infortunios que, poco a poco, fueron minando mi voluntad hasta transformar aquel viejo anhelo de triunfo en esta pacífica convivencia con el fracaso.

martes, 2 de septiembre de 2025

UN REGRESO MODESTO

 Síntesis del post: Un regreso. Unas palabras. No mucho más.



Sí, estuve más de siete años en silencio. Lo que ocurrió, hablando con sinceridad, es que no tenía nada para decir. Y cuando yo no tengo nada para decir, no digo nada. Llámenme básico, primario, elemental, pero lo cierto es que suelo responder a esa clase de instintos primitivos. 

 

Y entonces ustedes concluirán… el tipo vuelve porque tiene, ahora sí, algo para decir. Nos iluminará con algunas palabras más o menos bien ordenadas que describirán algún pensamiento propio que jamás supimos expresar como lo vemos acá expresado. Pero no. Lo cierto es que vuelve con una bolsa que combina un montón de magia y otro montón de mentiras, y que si nos ponemos estrictos, habría que admitir que esa mezcla de magia y mentira es un engrudo medio inseparable. Bastante inseparable. O inseparable del todo, vamos.   

 

Pero ahora a lo nuestro sin más, que no estamos para gastar renglones en reflexiones que no los valen.

 

Me vine grande. Es eso lo que traigo en la bendita bolsa. Ni magia ni mentira. Aquel muchacho que gastaba algunas palabras, una sonrisa y dos o tres muecas para cumplir su deseo más oscuro murió. Falleció. Dejó de existir a manos de este gordo inconcebible que es el último rastro de deseo heterosexual de cualquier señorita con medianas aspiraciones. 

 

Pero me queda una última defensa. Una carta. Un as en la manga. Todavía puedo escribir, refugiarme detrás de un teclado. Como me dije toda la vida, soy infinitamente mejor por escrito. Las yemas de mis dedos no envejecen. Y concentran toda la magia y todas las mentiras.

 

Hola, cómo estás? Me llamo Juan, un gusto.

 

 

Tengan ustedes muy buenas noches. 

 

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