Extraña sucesión de infortunios que, poco a poco, fueron minando mi voluntad hasta transformar aquel viejo anhelo de triunfo en esta pacífica convivencia con el fracaso.

martes, 29 de junio de 2010

CUCURUCHO NO HAY...

Síntesis del post: Nocturnidad. Paseo televisivo. Ganas de molestar. Remate.





Pasear por la grilla televisiva a altas horas de la noche es un arte de difícil ejecución. No cualquiera es capaz de hallar la combinación adecuada para mantener los sentidos en alerta y la mente despejada, y prueba de ello son los miles de cuerpos inertes que cada noche acaban derrumbados sobre un sofá, doblados sobre sí mismos, luciendo llamativos colgajos de baba, ladeados parcialmente o con todo el peso concentrado sobre pequeños huesos que no fueron diseñados para soportarlo. Eludir a Morfeo requiere instinto, velocidad y buena predisposición, además de un dedo pulgar inquieto y a la vez juicioso. No señor, no es para cualquiera.

Una habitación a media luz. Una señorita se abalanza sobre un joven exhibiendo una actitud que calificaremos como fogosa. Lo acaricia, lo besa. Y él permite. Todo viento en popa.

Dedo pulgar quieto, pero en posición.

De pronto la situación da un vuelco inesperado. Al menos para mí. El joven la aparta con cara de circunstancia, cierra el puño y se inflinge sonoros golpecitos en la frente, como si quisiera embadurnarla con un cucurucho de helado, pero sin helado. Interpone excepciones. Habla de un pasado común calamitoso y la abraza con más amor que lujuria.

Me pierden. Dedo pulgar operativo.

Los goles de Brasil frente al combinado chileno, pero analizados desde la perspectiva de un desencajado Marcelo Bielsa.

El hombre camina de un lado a otro entre miradas furtivas y vivísimos alaridos. Le va a dar un infarto en cualquier momento. Se sienta. Se para. Instruye a su colaborador más cercano para que amoneste, advierta o amenace a uno o varios de sus jugadores. Insulta sin un destinatario definido. No puede con su alma. Y encima pierde tres a cero.

Me da lástima. Dedo pulgar al ruedo.

Según entiendo, el Universo está compuesto en su mayoría por materia oscura. Jamás hemos visto siquiera una partícula de esta clase de materia. Y cuando hablamos de partícula, nos referimos a un despojo no más grande que la millonésima parte de un átomo. El concepto es complejo, aunque inquietante. Me quedaría mirando si no fuera porque en lugar de esos gráficos computarizados tan interesantes que suelen mostrar en estos programas, hay un científico chino (o norcoreano) que me cuenta lo que yo quiero ver. Y todo con la misma cara.

Me frustro. Dedo pulgar al rescate.

Homero Simpson en acción. Me gustaban más los capítulos viejos. Wimbledon, el partido más largo de la historia. Nadie en su sano juicio lo resistiría a estas horas de la noche. Un cocinero italiano prepara una salsa. No quiero terminar asaltando la heladera. El joven del cucurucho ensaya un parlamento inverosímil delante de otra señorita. O talvez la misma. No lo sé. Sus palabras garantizan una noche en soledad.

Finalmente la oscuridad. Párpados a media asta. Un profesional interpreta el mensaje. No quiero traer a escena el espectáculo de la baba. Es hora de marchar a la habitación.

Por casualidad me cruzo con la señora Bigud en el baño. Ella duerme hace más de tres horas, pero alguna necesidad de tipo fisiológico la sacó de la cama justo en este momento.

Repito maquinalmente el parlamento del joven, más para molestar que para lograr un permiso. No soy creíble, y me gano un insulto de última hora.

Es una verdadera pena, me dejó con el remate en la punta de la lengua.

Cucurucho no hay…


Tengan ustedes muy buenas noches.

PS: Arderán en el infierno aquellos ingratos que no pasen por MIB con el objeto de celebrar las pavadas que escribo. Ya lo saben.

viernes, 25 de junio de 2010

POTENTE GEN

Síntesis del post: Potente Gen, porque es viernes, y los viernes yo siempre subo un Potente Gen.

Estimados:

Tal como adelanté el martes pasado, procedo a poner en pantalla el último PG del semestre. Nos queda por delante una verdadera fiesta de la democracia que consagrará al primer finalista del año. Pero eso será recién el viernes que viene, no nos adelantemos.


En esta ocasión, el mundo del automovilismo nos regala a una de sus familias más destacadas. Descuento que la misma estará a la altura de vuestro negro paladar.

A lo nuestro:

POTENTE GEN

Gen Di Palma

Rubén Luis. Papá.

Marcos. Hijo.

Patricio. Hijo también.

Rubén Luis. Otra vez.

Marcos. Otra vez.

Patricio y Marcos. Hermanos.

Los escucho, pero mientras me voy contento. Porque es viernes. Y los viernes yo almuerzo solo. Y como lo que me gusta. Y me tomo un vinito chico con hielo y soda. Y postre. Y café, si dan.


Tengan ustedes un cuartofinalista fin de semana.

martes, 22 de junio de 2010

HORA LIBRE

Síntesis del post: Hora libre. Anuncio. Elecciones.



Estimados:

Considerando el hecho de que estoy bastante apremiado con los tiempos, hoy tienen hora libre. En rigor de verdad, no me verán el casco en toda la semana. Ni aquí ni en sus respectivos hogares virtuales.

Descansen, concentren para el partido de la selección y prepárense para el que será, el viernes que viene, el último PG del semestre. Luego deberán elegir al primer exponente que competirá por el trofeo a fin de año.



Tengan ustedes una consagratoria semana.

viernes, 18 de junio de 2010

POTENTE GEN

Síntesis del post: Potente Gen, porque es viernes, y los viernes yo siempre subo un Potente Gen.

En esta ocasión, aprovechando el clima mundialista dominante, traigo un gen netamente albiceleste. El actual goleador de la selección argentina y sus afectos más íntimos. Una familia futbolera que ha transitado las canchas argentinas durante los últimos treinta años. En mi humilde opinión, es un exponente indiscutible.

A lo nuestro:


POTENTE GEN

Gen Higuaín

Jorge Nicolás. Papá. Defensor.

Gonzalo. Hijo. Goleador.

Jorge Nicolás y Gonzalo. Padre e hijo.

Federico. Hijo también. Goleador también. Pero poquito.

Gonzalo y Federico. Hermanos.

No creo que haya demasiado espacio para la discusión, así que ahora me voy contento. Porque es viernes. Y los viernes yo almuerzo solo. Y como lo que me gusta. Y me tomo un vinito chico con soda y hielo. Y postre. Y café, si dan.


Tengan ustedes un clasificatorio fin de semana.

lunes, 14 de junio de 2010

INCIDENTE EN EL SUBTE "A"

Síntesis del post: Viaje en subte. Gordo disidente. Anciana acusadora. Resentimiento final.





Corre el mes de diciembre del año 2006. El calor es insoportable.

”Metrovías informa que la línea "A", Primera Junta-Plaza de Mayo, presta servicio con demora. Disculpe las molestias ocasionadas”.

Me caigo y me levanto encima de Metrovías.

El tren irrumpe como un toro bravo en la estación Acoyte. Y viene hasta la manija. Se abre la puerta y tres o cuatro desprevenidos son expulsados al espacio exterior perdiendo para siempre su lugar.

Ya no queda sitio para nada ni nadie, pero en el último instante aparece un gordo que opina distinto. Me resisto intentando cubrir el único hueco a través del cual podía soñar un abordaje, pero este simpático disidente afirma sus manazas en el marco de la puerta, inspira profunda y ruidosamente, y se impulsa hacia el interior del vagón con un horrendo movimiento pélvico que cambia para siempre mi visión del mundo.

Lo fulmino con una mirada repleta de indignación, pero me ignora.

Dejamos atrás Plaza Miserere y una vieja – por cierto bastante deteriorada- que tengo incrustada debajo de la axila derecha comienza a proferir una serie de insultos murmurados. Como no la escucho bien me sumerjo de nuevo en mis pensamientos, pero al cabo de un instante me percato de que aquellos terribles epítetos están dirigidos hacia mi persona.

Todo sucede muy rápido y pierdo segundos valiosos. El olor fétido de un intestino en plan de evacuación se ensaña con mis fosas nasales al tiempo que la vieja me endilga la responsabilidad a grito pelado. La muy artera.

¿Por qué a mí y no a cualquier otro pasajero?

Tal vez por mi color de piel. O por mi naturaleza salvaje. O por aquel conflictivo manifiesto en contra del agua dulce. No lo sé. De cualquier modo tengo ganas de cazarla de la nuca y refregarle el ojete por la cara para insuflarle algunos pensamientos absolutorios.

Miro a los costados en busca de algún otro candidato que cuadre en los parámetros visuales que el inconciente social suele reservar para los inadaptados, pero no lo encuentro. Para ser del todo franco, yo también habría alzado un índice acusador en dirección a mi persona. A la derecha tengo una vieja -otra- que se parece más a un cadáver en descomposición que a un ser vivo (lo cual explicaría el olor), y a la izquierda una magnífica señorita cuya parte trasera no podría expedir más que claveles perfumados y versos alejandrinos.

A la altura de la estación Lima ya soy víctima del repudio general. La vieja defiende su nariz aguileña con un pañuelo de tela repleto de pegotes, pero no ha dejado de insultarme; y enfrente se me paró un pelado bastante fornido cuyo único deseo es propinarme una feroz golpiza. Para colmo, un grupo de adolescentes entona algunos cánticos alusivos que impiden que el incidente se desdibuje en la memoria de los presentes. La situación es crítica, aunque por suerte la gente desciende en masa para efectuar la combinación con la línea "C".

Al llegar a la estación Plaza de Mayo solo quedamos en el vagón el gordo disidente, la vieja denunciante y yo. Es el fin del recorrido.

Se abre la puerta y desciende la vieja berreando. Cada tanto se da vuelta y me busca con su inefable índice acusador, pero yo me disfrazo en la multitud. Finalmente apura el paso y sale de mi vida para siempre.

El gordo disidente me saluda con una leve inclinación de la cabeza, y me devuelve aquella mirada indignada con una sonrisa compasiva.

Yo lo ignoro. El horno no está para bollos, y los aliados pelean codo a codo en el campo de batalla. Si hubiera bastado con una sonrisa, me habría inclinado por la señorita de los claveles y los versos. De eso no cabe la menor duda.





Tengan ustedes muy buenas noches.

viernes, 11 de junio de 2010

POTENTE GEN

Síntesis del post: Potente Gen, porque es viernes, y los viernes yo siempre subo un Potente Gen.

En el día de la fecha les traigo un exponente que, más allá de su contundencia, presenta un costado sutil. Hay que observar detenidamente el material de análisis, y recién después emitir un juicio.

A lo nuestro:


POTENTE GEN

Gen Villafañe


Chunchuna Villafañe. Mamá.

Juana Molina. Hija.

Otra vez Chunchuna.

Otra vez Juana.

Los escucho.

Y ahora me voy contento, porque es viernes. Y los viernes yo almuerzo solo. Y como lo que me gusta. Y me tomo un vinito chico con soda y hielo. Y postre. Y café, si dan.



Tengan ustedes un mundialista fin de semana.

PS: No olviden concurrir a MIB. Hoy es el mejor día de todos, porque publico yo, que practico el populismo más desfachatado.

lunes, 7 de junio de 2010

ERUDICIÓN

Síntesis del post: Política. Sueño. Señorita con cara de boba. Siesta. Erudición. Reflexión final.

Miguel Ángel Juárez Celman.

Me toca al lado de un señor que habla de política. No importa el sitio, la circunstancia. Este es un señor que sabe, y entonces pontifica con mucha gravedad, enseña un camino que ha transitado con éxito gracias a una mezcla de arrebatos de coraje y agudas meditaciones. En síntesis, exhibe una línea de pensamiento expresa y consecuente. Nada más y nada menos.

Ocurre que yo estoy cansado. Indeciblemente cansado. De hecho me estoy quedando dormido con el mentón incrustado en el puño derecho, y mis párpados alicaídos denuncian el ansia de fuga que me gobierna. Mucho trabajo y poco descanso, esa es la explicación. El desaire no se encuentra relacionado con la sustancia del discurso (muy elegante por cierto).

Para mi suerte y la del señor, una señorita con cara de boba, ojos verdes y una generosa delantera lo escucha embelesada. Y no solo lo escucha, sino que indaga, discute y expone sus propias teorías. Un milagro del cielo, diría yo si pensara, con más prejuicios que fundamentos, que la belleza y la inteligencia son virtudes incompatibles.

Parece que Julio Argentino Roca fue un gran presidente. Un líder auténtico. Un prócer. No así Miguel Juárez Celman, que fue un pillo. Los dos están de acuerdo en eso, aunque disienten acerca de los grandes líderes del siglo XX.

Me esfuerzo por permanecer despierto, aunque sea como un testigo mudo del intercambio. Pero no lo logro. Alcanzo a oír, en la lejanía, un encendido alegato sobre la vida y la obra de Juan Domingo Perón. Y luego la oscuridad.

Abro los ojos y de inmediato percibo que el cuerpo ha recobrado buena parte de su energía vital. Nada más fueron veinte inocentes minutos, pero ahora estoy solo en la mesa.

Pasa un mozo con una bandeja de canapés y lo indago acerca del paradero del erudito. En principio, y considerando el vago recuerdo que guardo de la charla, entiendo que estoy en condiciones de realizar un valioso aporte.

— ¿Usted habla del Doctor Guaglianone?— pregunta el mozo sabiendo de sobra que, en efecto, estoy hablando del Doctor Guaglianone.

— Creo que sí. El señor de anteojitos. Ese que tenía como cara de asustado.

— Hace unos quince minutos que se fue con la rubia de las tetas gigantes.


De pronto me embarga una horrenda sensación de impotencia. Y me insulto. Me insulto mucho. Me insulto con ganas. Por ser un gaznápiro de proporciones colosales. Por no haber estado a la altura de las circunstancias. Por ser un irresponsable. Por haber dejado pasar la oportunidad. La oportunidad de presenciar ese rarísimo instante en que el conocimiento más puro, más acabado y más solitario, paga los dividendos, el cupón y los intereses.

Nos ponemos de pie para despedir al Doctor Guaglianone.

Y a la rubia de las tetas gigantes, por supuesto. Que el conocimiento a secas no sería nada sin alguien que lo transforme en objeto de su admiración.


Tengan ustedes muy buenas noches.

viernes, 4 de junio de 2010

POTENTE GEN

Síntesis del post: Potente Gen, porque es viernes, y los viernes yo siempre subo un Potente Gen.

POTENTE GEN

El día de hoy intuyo niveles masivos de aprobación, así que ya comienzo a festejar a cuenta.

Gen Iglesias

Julio. Padre.

Enrique. Hijo.

Julio Jr. Hijo también.

Julio y Enrique. Padre e hijo.

Enrique y Julio Jr. Hermanos.

Material de análisis es lo que sobra, así que no hay excusas. En mi humilde opinión es un gen para pelear el campeonato. Se parecen mucho, y de formas muy diversas. A ver quién se atreve a salir con un martes trece.

Y ahora me voy contento, porque es viernes. Y los viernes yo almuerzo solo. Y como lo que me gusta. Y me tomo un vinito chico con hielo y soda. Y postre. Y café, si dan.



Tengan ustedes un melodioso fin de semana.

martes, 1 de junio de 2010

CÁRDENAS


Síntesis del post: Ropero viejo. Difícil empresa. Cárdenas y Zacarías. Accidente. Reflexión final.

Cuestión previa: Esta semana no estoy encontrando tiempo para hacer la recorrida habitual por los espacios amigos. Ténganme paciencia. Será solucionado a la brevedad.


Galileo Galilei

Cárdenas acomoda el mueble frente a la puerta del departamento. Es una suerte de ropero, un diseño antiguo, de aspecto sobrio y austero. Observado desde lejos da la impresión de ser muy pesado, como casi todas las cosas antiguas.

En rigor de verdad no sé si el hombre se llama Cárdenas, pero tiene una cara de Cárdenas que se cae al piso. Su tarea consiste en introducir el mueble dentro del departamento de mi vecino, y para lograr dicho objetivo ha venido acompañado por otro hombre al que, en este tren de bautismo al que nos hemos subido, vamos a llamar Zacarías.

Cárdenas ronda los cincuenta años. Es un individuo de contextura robusta, ideal para la ocasión, y a juzgar por su tendencia a impartir toda clase de directivas asumo que debe ser el jefe de la operación.

A simple vista, a ojo de buen cubero, el mueble no cabe por la puerta, y mi vecino está, diremos para no insinuar un dramatismo que aún no es tal, algo inquieto por la salud de la mencionada puerta y, por qué no, de sus paredes recién pintadas.

Cárdenas se rasca la cabellera poblada de canas mientras un impertérrito Zacarías lo observa con ojos ávidos de acción. La barriga del jefe asoma por el extremo de su remera gris. Es una fea barriga, agresiva a la vista, con un surco que nace en el ombligo y se pierde debajo del botón del jean, dividiendo en idénticas mitades los colgajos de grasa que reposan muy contentos de sí mismos sobre el cinturón.

Finalmente se lleva a cabo el primer ensayo. Cárdenas apoya las palmas de sus manos a cada lado del ropero para medir el ancho, y luego se traslada hasta la puerta del inmueble con los brazos petrificados, como queriendo preservar inalterado el resultado de sus mediciones. Parece un robot, o alguien que estuviera especificando en el mostrador de la pescadería el tamaño de la corvina que desea comprar.

Entretanto Zacarías asiste con una mirada aprobadora, demasiado confiado, quizás, en el rigor científico del procedimiento. Y es que las matemáticas, queridos amigos de este espacio, no son solo números y fórmulas. La mayoría de las veces la exactitud del cálculo depende del ingenio del individuo que lo practica. Del dominio pleno de los datos existentes. Y Cárdenas exuda experiencia por cada uno de sus poros.

Poco después la realidad golpea con fuerza. Al mueble le sobran cinco centímetros, y ya no nos basamos en el ojo del buen cubero sino en la conclusión experta del matemático.

“Hay que sacar la puerta maestro”, sentencia Cárdenas de cara a mi vecino, que para esta altura ya refleja un terror primitivo en cada uno de sus músculos faciales.

Sin aguardar la respuesta, Zacarías -hombre de acción- intenta alzar la puerta para removerla de las bisagras. Pero al estar blindada le pesa demasiado. Entonces el jefe se le une y el esfuerzo mancomunado da lugar al primer éxito de la mañana. Luego Cárdenas realiza de nuevo el número del robot y concluye que el obstáculo ha sido superado.

Se produce una breve discusión. Aún preocupado por la salud de sus paredes, mi vecino cuestiona la esencia misma del cálculo, pero Cárdenas se mantiene firme. Las matemáticas no fallan, parece decir su rostro.

Como siempre es el expeditivo Zacarías el que pone fin al contrapunto. Coloca sus manos debajo del mueble y con un leve movimiento de las cejas invita a su jefe a unirse a la cruzada. Pronto los dos avanzan tambaleantes hacia el departamento mientras mi vecino aguarda el desenlace con la respiración contenida.

Al cabo de unos minutos, luego de un par de gritos y sendas correcciones en el rumbo, se logra el objetivo. Y como ya no hay nada más para ver, me meto en mi propio departamento.

¡KABOOOOOOM!

El ruido me sorprende a punto de disfrutar de mi desayuno, y salgo al hall a toda prisa. Se cayó la puerta. Seguramente, embriagados por el éxito de la maniobra, la dejaron mal apoyada. Demasiado recta. Demasiado pegada a la pared.

Cárdenas observa el desastre con los mofletes repletos de minúsculas gotitas de sudor. Zacarías se asoma y sonríe. Mi vecino se toma la cabeza.

En el fondo se puede calificar el hecho como daño colateral, porque el objetivo principal se cumplió con creces.

Mientras desayuno pienso que sería injusto cargar sobre la espalda de Cárdenas la responsabilidad del desastre. En el fondo el hombre aportó la creatividad. Se obsesionó con una idea y la defendió frente a la incomprensión.

¿Qué habría sido del mundo si otros matemáticos, otros astrónomos, otros físicos no hubieran defendido sus ideas con esa misma pasión? ¿Adónde estaríamos hoy si Galileo Galilei hubiera bajado los brazos?

De pronto la relación entre los cálculos astronómicos de Galileo y el numerito del robot de Cárdenas se me antoja patente y estrecha.

Asomo la cabeza y observo la escena final de la obra. Cárdenas dialoga con mi vecino y se reparte entre pedidos de disculpas y la infaltable admisión de responsabilidad.

“No había otra forma”, le explica a Zacarías mientras pasan junto a mi puerta.

“Y sin embargo se mueve”, pienso. La frase es ‘y sin embargo se mueve’, Cárdenas. Usted es la luz que combate al oscurantismo. Usted es nada menos que otro incomprendido en la historia del mundo.
Actúe como tal.


Tengan ustedes muy buenas noches.