Extraña sucesión de infortunios que, poco a poco, fueron minando mi voluntad hasta transformar aquel viejo anhelo de triunfo en esta pacífica convivencia con el fracaso.

martes, 1 de junio de 2010

CÁRDENAS


Síntesis del post: Ropero viejo. Difícil empresa. Cárdenas y Zacarías. Accidente. Reflexión final.

Cuestión previa: Esta semana no estoy encontrando tiempo para hacer la recorrida habitual por los espacios amigos. Ténganme paciencia. Será solucionado a la brevedad.


Galileo Galilei

Cárdenas acomoda el mueble frente a la puerta del departamento. Es una suerte de ropero, un diseño antiguo, de aspecto sobrio y austero. Observado desde lejos da la impresión de ser muy pesado, como casi todas las cosas antiguas.

En rigor de verdad no sé si el hombre se llama Cárdenas, pero tiene una cara de Cárdenas que se cae al piso. Su tarea consiste en introducir el mueble dentro del departamento de mi vecino, y para lograr dicho objetivo ha venido acompañado por otro hombre al que, en este tren de bautismo al que nos hemos subido, vamos a llamar Zacarías.

Cárdenas ronda los cincuenta años. Es un individuo de contextura robusta, ideal para la ocasión, y a juzgar por su tendencia a impartir toda clase de directivas asumo que debe ser el jefe de la operación.

A simple vista, a ojo de buen cubero, el mueble no cabe por la puerta, y mi vecino está, diremos para no insinuar un dramatismo que aún no es tal, algo inquieto por la salud de la mencionada puerta y, por qué no, de sus paredes recién pintadas.

Cárdenas se rasca la cabellera poblada de canas mientras un impertérrito Zacarías lo observa con ojos ávidos de acción. La barriga del jefe asoma por el extremo de su remera gris. Es una fea barriga, agresiva a la vista, con un surco que nace en el ombligo y se pierde debajo del botón del jean, dividiendo en idénticas mitades los colgajos de grasa que reposan muy contentos de sí mismos sobre el cinturón.

Finalmente se lleva a cabo el primer ensayo. Cárdenas apoya las palmas de sus manos a cada lado del ropero para medir el ancho, y luego se traslada hasta la puerta del inmueble con los brazos petrificados, como queriendo preservar inalterado el resultado de sus mediciones. Parece un robot, o alguien que estuviera especificando en el mostrador de la pescadería el tamaño de la corvina que desea comprar.

Entretanto Zacarías asiste con una mirada aprobadora, demasiado confiado, quizás, en el rigor científico del procedimiento. Y es que las matemáticas, queridos amigos de este espacio, no son solo números y fórmulas. La mayoría de las veces la exactitud del cálculo depende del ingenio del individuo que lo practica. Del dominio pleno de los datos existentes. Y Cárdenas exuda experiencia por cada uno de sus poros.

Poco después la realidad golpea con fuerza. Al mueble le sobran cinco centímetros, y ya no nos basamos en el ojo del buen cubero sino en la conclusión experta del matemático.

“Hay que sacar la puerta maestro”, sentencia Cárdenas de cara a mi vecino, que para esta altura ya refleja un terror primitivo en cada uno de sus músculos faciales.

Sin aguardar la respuesta, Zacarías -hombre de acción- intenta alzar la puerta para removerla de las bisagras. Pero al estar blindada le pesa demasiado. Entonces el jefe se le une y el esfuerzo mancomunado da lugar al primer éxito de la mañana. Luego Cárdenas realiza de nuevo el número del robot y concluye que el obstáculo ha sido superado.

Se produce una breve discusión. Aún preocupado por la salud de sus paredes, mi vecino cuestiona la esencia misma del cálculo, pero Cárdenas se mantiene firme. Las matemáticas no fallan, parece decir su rostro.

Como siempre es el expeditivo Zacarías el que pone fin al contrapunto. Coloca sus manos debajo del mueble y con un leve movimiento de las cejas invita a su jefe a unirse a la cruzada. Pronto los dos avanzan tambaleantes hacia el departamento mientras mi vecino aguarda el desenlace con la respiración contenida.

Al cabo de unos minutos, luego de un par de gritos y sendas correcciones en el rumbo, se logra el objetivo. Y como ya no hay nada más para ver, me meto en mi propio departamento.

¡KABOOOOOOM!

El ruido me sorprende a punto de disfrutar de mi desayuno, y salgo al hall a toda prisa. Se cayó la puerta. Seguramente, embriagados por el éxito de la maniobra, la dejaron mal apoyada. Demasiado recta. Demasiado pegada a la pared.

Cárdenas observa el desastre con los mofletes repletos de minúsculas gotitas de sudor. Zacarías se asoma y sonríe. Mi vecino se toma la cabeza.

En el fondo se puede calificar el hecho como daño colateral, porque el objetivo principal se cumplió con creces.

Mientras desayuno pienso que sería injusto cargar sobre la espalda de Cárdenas la responsabilidad del desastre. En el fondo el hombre aportó la creatividad. Se obsesionó con una idea y la defendió frente a la incomprensión.

¿Qué habría sido del mundo si otros matemáticos, otros astrónomos, otros físicos no hubieran defendido sus ideas con esa misma pasión? ¿Adónde estaríamos hoy si Galileo Galilei hubiera bajado los brazos?

De pronto la relación entre los cálculos astronómicos de Galileo y el numerito del robot de Cárdenas se me antoja patente y estrecha.

Asomo la cabeza y observo la escena final de la obra. Cárdenas dialoga con mi vecino y se reparte entre pedidos de disculpas y la infaltable admisión de responsabilidad.

“No había otra forma”, le explica a Zacarías mientras pasan junto a mi puerta.

“Y sin embargo se mueve”, pienso. La frase es ‘y sin embargo se mueve’, Cárdenas. Usted es la luz que combate al oscurantismo. Usted es nada menos que otro incomprendido en la historia del mundo.
Actúe como tal.


Tengan ustedes muy buenas noches.

43 comentarios:

El Gaucho Santillán dijo...

El quid de la cuestiòn, serìa:

Le pagaban a Càrdenas para quitar los obstàculos que impedìan llevar a cabo, sus "labores naturales"?

No. Càrdenas tenìa UNA MISIÔN!

Lo demàs, son fruslerìas concomitantes, que deberìan haber sido salvadas por el dueño.

Càrdenas, evidentemente, està especializado en trasladar muebles.

No tiene responsabilidad sobre daños colaterales, fuego amigo, y esas cosas.

ElFlaco dijo...

Apoyemos a Cárdenas!!!! como se nota que el vecino debe ser un flaco que no tiene idea de mover muebles pesados ni de sacar puertas blindadas se parece .. se parece ... mmmm bueno el flaco tampoco tiene la culpa no?, no seamos tan severos !!!

Fabiana dijo...

Don Yoni:

Le juro que mientras iba leyendo ya me hacía a la idéa de que tenían que sacar la puerta..
Ya me pasó.. :P

Ahora, Cárdenas no es responsable de que el paparulo de su vecino no hubiera hecho la medición correspondiente antes de comprar el mueble.
Por lo tanto, espero que el antes mencionado paparulo no le haya querido hacer pagar a Cárdenas por su propia incompetencia.

AGUANTE CARDENAS, CANEJO!! ;)

El Mostro dijo...

Que sería del mundo sin los Cárdenas? Aún andarìamos subidos a los àrboles, comiendo huevos de los pajàros...

Minombresabeahierba dijo...

Ah yo pensaba que era la foto de Cárdenas!

Al menos no le le llegó aún el Santo Oficio....

abrazo

PD: Me quedó picando de antes, ¿La Nannis no tiene hermana?

A.R.N. dijo...

porque siempre tiene que haber un culpable?. las cosas pasan porque pasan y ninguno de los tres quiso que la cosa terminara asi.
lo que si, yo prefiero a la gente que cuando hay un problema resuelve y no a la que deja que resuelvan por ella y despues se queja.
un beso. las descripciones de los personajes estan barbaras.

Alelí dijo...

Yoni, la descripción del aspecto físico de Cárdenas es maravillosa. Excelente!

Los icomprendidos sufren, la próxima vez déle un abrazo de felicitación...se lo merecen los dos! ja!

beso

Anavril dijo...

Yo quiero un Cárdenas!
Este verano compre una heladera y como no paso por la curva de la escalera ...me la dejaron en el Garage!!!


Diga que uno tiene vecinos copados y entre 3 la subieron por la ventana del living que esta en el 1er piso....

Un Señor que sabe hacer su trabajo!
Por eso estamos como estamos...porque no hay más Cárdenas!

Mariela Torres dijo...

¿A quién se le ocurre comprar un mueble que no pasa por la puerta? Juro que a mí no, además tengo las ventanas exteriores enrejadas.
Cárdenas estuvo bien.

Saludos.

Javier F. Noya dijo...

Brillante relato! Sólo agregaría que Cárdenas es víctima de la especialización, lo que lo diferencia en extensión y no en profundidad con el amigo Galileo. Llegó a tiempo al cálculo geométrico de las proporciones, pero todavía faltaba que llegase Newton para calcular la fuerza de gravedad y...KABOOOM!...la ciencia es siempre incompleta. Abrazo.

La solitaria dijo...

Yo estoy con Cardenas! Mas vale parar locos, que empujar boludos... (era así?) Al menos, el fue proactivo!

Damaduende dijo...

"Y sin embargo se mueve..." si no se lo hubiera dicho - o pensado uste` - se lo hubiera dicho - o pensado yo.
El mundo es de los inconformistas, dicen por ahí. Si no fuera por esas personas que sacan las puertas para meter los muebles - a pesar de las protestas generales - la rueda no habría sido inventada.
"Que querés hacer qué con la piedra esa? Pero si entre dos cargamos todo y ya, Ugh, dejá de hacer quilombo..."
Excelente su apreciación del momento. Lamento que el momento le interrumpiera el desayuno.

Cristina dijo...

La obstinación ha sido el motor del conocimiento científico. Y la causa de que nos empeñemos en tener muebles antiguos en departamentos que no tienen las dimensiones ni las aberturas de las casas antiguas.
Cárdenas hizo bien lo que tenía que hacer! Para custodiar la puerta blindada su vecino tendría que haber contratado a un vigilante privado.
Excelente descripción de la escena, los personajes y el clima de tensión!

Any dijo...

Sr. Yoni que hacía en palier cual pequeño vigía lombardo? Terrible chismoso!
Todo bien con Cárdenas si no fuera porque hace unos días me enteré de cuanto sale la famosa puertita, que quiere que le diga ... yo lo estrolo a Don Cárdenas, no puede ser tan descuidado de apoyar la puerta asi nomás!
Su edificio es una fuente de inspiración y ud sabe como contarlo claro.
salu2
Y 14! por fin una vez!

eMe dijo...

Jajajajajajaaaaa Cárdenas se ganó mi simpatía absoluta!!!

María Luján dijo...

debo confesar que me puse a leer su post por el titulo, ya que mi amiga es de apellido Cárdenas. Ahora la relacion de Cardenas con Galileo me parece exagerada, graciosa e inutil, ya que Cardenas ni se enteró, de que alguien, quizás por unica vez, lo comparó con grandes matematicos. Pero sin duda, usted ve algo que los otros no ven.
Lo felicito.

Canoso dijo...

"Eppur si muove" sin duda alguna, mi estimado Yoni.
Por casualidad, su vecino no se llama Simplicio Ptolomeo?
Excelente relato, como siempre.

Almafuerte dijo...

Cárdenas parece ser uno de los que opinan que "las cosas hay que hacerlas, aunque sea mal, pero hacerlas". Y sí, suena simpático, proactivo y que se yo. Pero es un chapucero.

Su lema en realidad es: "Las cosas hay que hacerlas de la manera que sea más directa y cómoda para mí, aunque cause un daño y vaya en contra del resultado general. De las consecuencias no me hago cargo, que lo resuelva algún otro despues de que yo me haya ido".

Esto lo aprendí trabajando años en la construcción. Cárdenas, lpmqtp.

Saludos.

leandro molins dijo...

Muy buen escritor usted, pero veo que no le tiene mucho aprecio a su vecino.

Martín dijo...

Hace un año y medio me mudé. Cuando vino Cardenas, rapidamente miró todos los muebles que ya estaban apilados en el living, tal cual lo haría Robocop los midió, calculó el volúmen y organizó de forma óptima cómo iban a ser apilados en su pequeña camioneta de mudanzas.
Creo que la gente de ese rubro son una evolución en el género.
Salute

Yoni Bigud dijo...

Gaucho: La especialización es un hecho que muchos ignoran, y así pretenden del plomero una tarea de artesano, o del electricista dotes de decorador. Es así.

Flaco: Como usté, estoy con Cárdenas a muerte.

Fabiana: Parece que usté tiene la chispa 'Cárdenas'. ¿No será una elegida? :)


Mostro: Tal cual.

Minombresabeahierba: Creo que no. O al menos no es conocida.

A.R.N: Los hombres de acción, en pocas palabras. Los Zacarías.
Muchas gracias a usté.

Alelí: No crea que no tuve ganas. Muchas gracias a usté.

Anavril: Tener un Cárdenas complementado por tres vecinos gauchitos es un lujo que no cualquiera puede darse.

Mariela: Claro que lo estuvo. Estoy con usté.

Javier: No puedo estar más de acuerdo. A la ciencia siempre le faltan cinco para el peso. Muchas gracias a usté.

Solitaria: La verdad habla por su boca.

Guada: Tiene razón; los inconformistas son el motor del mundo. Como bien han dicho por ái, si no fuera por ellos aún estaríamos arriba de los árboles comiendo huevos de pájaro. Muchas gracias a usté.

Cristina: La seguridad privada es un negocio en expansión, yo lo digo siempre. Ahí tiene una de sus múltiples aplicaciones.
Muchas gracias a usté.

Any: Me gusta eso del vigía lombardo eh.
Es cierto, ¿vio lo que salen las puertitas esas? Miles de dólares. Pero tener un Cárdenas no tiene precio.
Muchas gracias a usté.

eMe: Y la mía.

María Luján: Es que los grandes de verdad solo obtienen el reconocimiento post mortem. Es así. Cárdenas no será la excepción.
Muchas gracias a usté.

Señor Carugo: No, no, mi vecino se llama Tomás. Supongo que en honor a Tomás de Torquemada.

Almafuerte: Usted descubre un costado de Cárdenas que yo no había percibido. Y encima, si tiene experiencia en la construcción...

Leandro: A mi vecino lo observo sin abrir juicio. Muchas gracias a usté.


Un saludo.

Yoni Bigud dijo...

Shimmy: La evolución asume formas misteriosas. Dentro de ese rubro están los Cárdenas y los otros.

Un saludo.

Jazmin dijo...

Su vecino es un tontolón.

Cárdenas es, sin lugar a objeción, un hombre de recursos.
Lo contratan para meter un cuadrado en un círculo... y lo hace.
Ya estaba ahí, había madrugado, subido al camioncito, llevado a su ayudante ("ojos ávidos de acción", genial)... no iba a retirarse sin haber agotado las instancias. No está en su naturaleza. Y coincido en que es un ser evolucionado. Su ojo de buen cubero es como el ojo biónico de Lee Majors.

Su vecino corre con la responsabilidad de la falta de previsión y con los daños colaterales.
Al menos no hubo que subirlo por la escalera, no? Creo que recordar que Ud. vive en PB.

Bugman dijo...

En una época de mi vida que a veces prefiero olvidar, yo fui una especie de Cárdenas, aunque más joven y sin la barriga. Lo que debía trasladar e introducir en lugares evidentemente diseñados para impedirlo eran camas solares, aparatos más grandes que un ataúd y de unos 150 kilos de peso.
Y que costaban más o menos lo mismo que un departamento de dos ambientes.
Uno de los hitos en mi carrera fue la vez que transporté uno de esos monstruos apoyado en el techo de un ascensor, esa parte por donde se escapan los héroes de las películas de acción.
Tenía, claro más de un Zacarías, porque ya le dije, esos aparatos pesaban mucho.
Una duda, ¿la puerta blindada era de vidrio? ¿qué clase de puerta blindada no resiste una caída? ¿Cómo podría detener a un ladrón emprendedor (como Cárdenas) una puerta blindada de semejante fragilidad?

Cris dijo...

Juicio ya ! al vecino , sorry pero es bolu??, AGUANTE CARDENAS ! y si la puerta se caìa encima del pobre cincuentòn ? tendràn seguro ? habrà ART ?
Saludingui
Cris//mujeresdesincuentay

Jesslo dijo...

Hola Yoni,

El saber hacer, propio de la experiencia, es algo que no siempre es bien valorado. Muchos Cárdenas van por el mundo con una sabia intuición como herramienta, más que una técnica que no siempre es bien aplicada. La experiencia elevada a grado de sabiduría en oriente, es degregada a veces a lo obsoleto y viejo en occidente y se pierden a veces oportunidades de aprender y mantener un "cierto hacer" que es parte del ingenio y sabiduría popular. Saludos.

Cuello de Pavo dijo...

Su vecino tiene que entender que el bienestar de su departamento, puerta y muebles, es el precio por el progreso.

La historia redimirá a Cárdenas

Dosto dijo...

Buenas, me presento, soy Dosto, una señora que se cree niña cuando juega al hockey y que tiene la rara costumbre de trabajar de periodista para llegar a fin de mes.
Le cuento Yoni que Cárdenas debe de haber puteado en arameo cuando tuvo que bajar una heladera (big heladera), desde un piso 7, cuando no pasaba ni por la puerta ni entraba por el ascensor.
También tuvo que quitar una puerta, en este caso del rectángulo refrigerante en cuestión. En fin, pero allí también cumplió su cometido.
Saludos.

Estrella dijo...

Ni me hablen, que estoy por salir con mi propio Cárdenas a buscr un escritorio que habrá que bajar por una escalera complicada. Después te cuento. Ay.

(Relajá con la visita a otros blogs, ¡te vas a cansar!).

A.R.N. dijo...

don yoni
cardenas es el que piensa, y zacarias pone la primera. juntos son mas... y pobre puerta... pero el mueble... entro.

Fabiana dijo...

Don Yoni:

Mire, no sé si seré una elegida, pero que tengo la chispa Cárdenas, eso se lo aseguro..
Y la chispa Mac Giver también..

Ahora que lo pienso me podría dedicar al negocio de las mudanzas, no? :O

Eso sí, lo bién que me vendría un socio tan imaginativo como el señor Bugman..

jamás se me hubiera ocurrido meter ese aparatejo arriba de un ascensor.. :O

Mr. Kint dijo...

Cárdenas, otro de los tantos incomprendidos que andan dando vueltas por estos pagos. Algunos dirán que es un adelantado a su época. Otros dirán que su paciencia, su cerebral y meticuloso proceder son valores de antaño, de esos que ya no quedan, lamentablemente. Yo creo lo que usted dice: es un hombre de todas las épocas, de los que siempre tienen que existir para que este mundo no sucumba ante la efervescencia, para que no salga volando en impredecible trayectoria como un corcho de champagne. Como diría Benedetti: éste es de los que batallan toda la vida, de los indispensables.

Pero Cárdenas es también víctima de la cicuta resultadista en la cual todos estamos inmersos y de la que todos somos cómplices. Resultadismo que ha catapultado a otro hombre, de idéntico apellido, a la máxima veneración del hincha racinguista por haber metido el zurdazo preciso en el momento perfecto casi se "de suerte" , sin medirlo, sin pensarlo. Resultadismo que, por otra parte, condenará al otro Cárdenas, el ignoto, a no volver a trabajar nunca más en su edificio por las razones totalmente opuestas.
Lamento decirles que la historia no redimirá a Cardenas. Él lo sabe, puede vivir con ello, y justamente por eso es que es tan necesario.
Un saludo.

Jazmin dijo...

Sniff... sniff...

No, no soy cocainómana, estoy emocionada por su verba, Mr. Verbal.

Si se postula, mire, lo voto. Aunque sea para presidente del consorcio del Sr. Yoni... así puede reparar la injusticia hacia Cárdenas.

La candorosa dijo...

Las puertas, evidentemente, son el más grande obstáculo para los hombres de ciencia!! (?)

Las empresas de mudanzas están llenas de Cárdenas, eh!!

Saludazos!!

Mr. Kint dijo...

Srta. Jazmín, supongo que usted es hincha de la acadé y su emoción se origina en la sencilla mención del Chango Cárdenas. No puede haber otra razón.

Le pido perdón, Sr. Bigud, me he metido a decir algo donde no debería. No volverá a ocurrir.

Etienne dijo...

El rigor científico del robot (digo, de Cárdenas) es absolutamente indiscutible.
Ahora, tu vecino es un impulsivo que ve cosas en las vidrieras, se antoja y después no tiene en cuenta las consecuencias. ¿A quien se le ocurre comprar un mueble sin pensar en cómo meterlo a la casa? Yo me compré una biblioteca que ocupa toda una pared pero viene en módulos!!!

Marina Judith Landau dijo...

Excelente relato, exquisitas descripciones, y sabias conclusiones. Maravilloso post!
Todos los genios fueron incomprendidos en su época. Cárdenas no es una excepción.
Cuando no hay tiempo, mejor no volverse loco por visitar los blogs amigos, ya se pondrá al día. Yo finalmente lo aprendí.
Un abrazo.

Maga h dijo...

jaja, que capacidad la suya para hacer arte de lo cotidiano. No solo me subyugò con el daño colateral, sino que me hizo pensar que sin Galileo hoy me sentirìa en un vertice haciendo equilibrio.

Abrazo amigo Yoni!

miralunas dijo...

Cárdenas y usté, dos fantásticos creativos.

aplausos para ambos! (doble para usté, sin tacharla)

Yoni Bigud dijo...

Jazmin: Por suerte las escaleras no forman parte de mi vida. Muchas gracias a usté.

Señor Bugman: Su pasado es realmente sorprendente. Sin duda usted es un hombre de mundo.
Yo no dije que la puerta se hubiera roto. Kaboooom significa ruido. La madera se marcó bastante y creo que el picaporte se dañó, pero fue solo eso.


Cris: No creo que haya ART eh. Lo veo complicado.

Jesslo: Eso mismo digo. Ingenio y sabiduría popular. Cárdenas debe ser entendido como una guía. Un faro.

Cuello de pavo: El progreso siempre trae víctimas.

Dosto: Bienvenida. Cárdenas siempre cumple con su misión, eso es lo interesante del asunto. La ciencia no puede ser detenida.

Estrella: Le deseo suerte, la va a necesitar.

ARN: Todo teórico necesita de un práctico.

Fabiana: Con la chispa es suficiente. No se complique con socios innecesarios.

Mr Verbal Kint: Cárdenas es, en efecto, el hombre sin tiempo.
En cuanto al otro, al que tuvo ese instante de luz, de fortuna, no tengo nada que agregar. Para hombres como el que describo, el resultado es un asunto secundario. Su accionar, como usted bien concluye, es desinteresado.

Jazmin: No me meta extraños en el consorcio, que mi mujer está en el concejo de administración. Después el que la aguanta soy yo.

Mr Verbal Kint: Hable con confianza. Aquí siempre alentamos la reflexión.

Etienne: Vio cómo es la gente... culo veo culo deseo. Y claro, después que lo arregle el Cárdenas de turno.

Marina: Lamentablemente la incomprensión no hace excepciones. Muchas gracias a usté.

Magah: Sin Galileo y sin Cárdenas, no lo olvide.
Muchas gracias a usté.

Miralunas: Muchas gracias a usté.


Un saludo.

Minombresabeahierba dijo...

El talento permanece, por algo la embocó asi contra el Celtic en 1967 y a más de 40 metros...

la puerta, digo el portero no tuvo nada que hacer...

abrazo

Viejex dijo...

Como se me pasó este articulo? No me conteste, es una pregunta retórica. Lei por ahi que La obstinación ha sido el motor del conocimiento científico, y debo disentir: El motor del conocimiento científico ha sido, paradójicamente, el afán de holgazanear.

Yoni Bigud dijo...

Minombresabeahierba: Una inmensa casualidad.

Señor Viejex: Tiene razón, todo se orienta a que llegue el día en que no tengamos que levantar el traste de la silla.

Un saludo.