Extraña sucesión de infortunios que, poco a poco, fueron minando mi voluntad hasta transformar aquel viejo anhelo de triunfo en esta pacífica convivencia con el fracaso.

jueves, 15 de septiembre de 2011

SALDO Y ESQUINA

Síntesis del post: Una prostituta de esquina. Vestimenta. Tres potenciales clientes. Una negociación. Un Sarmiento. Disculpa posdatada.



Tenemos —y disculpen ustedes que me meta tan de lleno en un tema escabroso— a esta prostituta. Una prostituta de esquina. Una prostituta de esquina que, como toda prostituta de esquina, exhibe orgullosa en la vía pública una cuota de desnudez inconcebible. Una desnudez que una señorita común y silvestre, de su casa diría mi abuelita, solo se animaría a exhibir una vez dentro del hotel alojamiento, cerrada con cuatro llaves la puerta del cuarto y a pocos pasos de la cama inmaculada.

Yésica (así, con ye), se llama. La prostituta. O se hace llamar. Y es que con estas damas, buena parte del encanto reside en la certeza de que comienzan a mentir en el preciso instante en que revelan su nombre, que en realidad no es su nombre sino una simple herramienta de trabajo. Como todas las demás, claro está.

Debe andar por los veinticuatro o veinticinco años. Ay señora, viera usted esos ojazos de color verde, ese cabello indomable y esas curvas prontas al desafío. Cualquiera diría que ejerce la profesión por amor al arte; que en vez de alegrar el día —o la noche— de tantos hombres munidos de un solo billete de cien, bien podría elegir a uno, un hombre, que los tuviera todos, todos los billetes de cien. Sin embargo la vida es un sendero sinuoso, y uno no es quien para juzgar el modo en que otros deciden recorrerlo.

No soy ducho en el departamento ‘vestimenta’. Quiero decir que no domino el arte de la descripción en lo referido al atuendo, así que les voy a solicitar, sobre todo a las señoritas de su casa que en este momento leen estas humildes líneas, un poco de indulgencia.

Vayamos entonces de abajo hacia arriba. Zapatos de taco alto. Muy alto. Y finito. Creo que le llaman aguja, al taco. Y medias de red, por supuesto. Y luego una minifalda negra, de cuero, que a duras penas cubre las tres cuartas partes de las nalgas y permite adivinar la presencia de una tanga blanca (el color es producto de mi incontenible imaginación tropical) que llegado el caso interpondrá una defensa mentirosa.

¿Arriba? Arriba un top. Y acá se me complica. Es como una media. Transparente. Y entonces ya no tenemos que adivinar lo que hay debajo, porque la mercancía está a la vista, matizada —quizás— por una serie de rombos diminutos que le otorgan al torso una suerte de color sepia. Y nada más. El maquillaje, sí, pero eso no forma parte de la vestimenta. Solo la complementa, es un accesorio, si es que se puede hablar de accesorios cuando estos cubren mucha más superficie que la cosa principal.

Y suficiente hemos tenido de ella. Vayamos a lo nuestro sin más.

Tres jóvenes. Tres imberbes. Tres mocosos tres. Potenciales clientes de una hembra que ha conocido circunstancias más apremiantes. Un debutante. Dos polizones que irrumpieron en la escena oficiando de padrinos, aunque luego se vieron tentados por esos ojazos de color verde, ese cabello indomable y esas curvas prontas al desafío. Ahora todos desean un papel en la tertulia, juntos si fuera posible, y en consecuencia llevan adelante una compleja negociación que a pesar de la buena voluntad de ambas partes aún se encuentra muy lejos de arribar a un final feliz. Literalmente hablando.

Dos flancos bien definidos en esta negociación. Compleja negociación, no sé si les dije. Uno, el capital requerido. Dos, la sede. Y ambos se encuentran íntima y dramáticamente relacionados.

De los bolsillos de los jóvenes, los imberbes, los potenciales clientes, brotan billetes arrugados que uno de los padrinos, ahora devenido en contertulio, alisa con sumo esmero al tiempo que saca cuentas. Ocho por cinco cuarenta, te espero en la lechería.

No alcanza. Es decir, no alcanza si encima hay que pagar el hotel. Pero los jóvenes, los imberbes, los potenciales clientes proponen como sede el departamento del debutante. O mejor dicho, de los progenitores del debutante, que están —imagino yo— de recorrida por el viejo continente.

Ahora bien, normalmente las prostitutas de esquina desconfían de las sedes que escapan a su control y conocimiento. Y es que el mundo se encuentra repleto de sátiros que tienen la mala costumbre de anudar corbatas (muy coloridas por cierto) alrededor del pescuezo de las prostitutas de esquina, entre otros ejemplares del género femenino. Pero, nobleza obliga, estos tres paparulos tienen demasiada cara de buenos. De tiernos. Es decir, no representan peligro alguno. Hasta yo me doy cuenta, que estoy —estamos— a pocos metros de distancia, esperando un colectivo que parece no tener pensado mostrarse en un futuro inmediato.

Hay acuerdo, pero no alcanza. Es decir, no alcanza ni siquiera evitando el pago del hotel. Falta un billete. Un Sarmiento. Un cincuenta, para los que no se han percatado de que el adusto rostro de Domingo Faustino adorna los billetes de esa denominación.

Por desgracia se arrima uno de los padrinos, devenido en contertulio, hasta mi posición. Y me explica más o menos en detalle la situación que acabo de relatarles.

Hará cosa de un mes me tocó alzarme con un Sarmiento gracias a un cobarde que proclamaba su amor en el alféizar de una ventana. Es obvio que el Universo, estimados, posee sus propios mecanismos compensatorios. Creo firmemente en este postulado. Y obro en consecuencia. Eso es una suerte para los tres jóvenes, los imberbes, los potenciales clientes.

Al fin y al cabo hoy me sobran Sarmientos. Y en especial el que acabo de dejar ir, ganado a costa de un grupo de jóvenes no más jóvenes que estos.

Con él podría haberme pagado un taxi, sí. No hace falta que me lo diga. Pero bueno, en rigor de verdad no estaba esperando ningún colectivo. Y menos uno que tiene como destino final… el Puente La Noria. Yo vivo en Caballito, sepa usted.

¿Cómo dice?

Ah, sí. Solo quería admirar, por unos minutos más, esos ojazos de color verde, ese cabello indomable y esas curvas prontas al desafío.




Tengan ustedes muy buenas noches.

PS: En breve reanudaremos las recorridas por los espacios virtuales amigos y afines. Sepan disculpar.

37 comentarios:

Anónimo dijo...

http://nosuenies.blogspot.com/

Elvis dijo...

Entiendo perfectamente su postura. La suya digo, no la de la prostituta de curvas prontas al desafío...
Cooperar para que los imberbes cumplan su anhelado deseo me parece una acción de lo más noble.
Ahora digamé: ¿le dejaron participar? ¿no se fueron los ojazos verdes detrás de sus Sarmientos ignorando con ello a los imberbes?... Demasiadas incógnitas sin resolver.
Abrazo.

Etienne dijo...

Si nos animáramos a desafiar al universo y sus postulados, estaríamos mucho peor. Mejor rendirse a su inefabilidad, sus ojazos verdes y sus curvas, y sus agujeros negros... Que! Yo estoy hablando del universo, che!
Mal pensados!

Y si de compensaciones se trata, espero que algún día estos imberbes sepan nivelar el universo con usted. Porque el debutar no es moco de pavo, entiendasé!

Abrazos!!

Anónimo dijo...

Don Yoni

Se lo debo para mañana, usted cuando escribe, escribe querido.!!

Ahora no puedo y esta noche tampoco, mañana me pongo al dìa.


Un abrazo, que ande bien.

Sir Lothar Mambetta dijo...

Le estoy enormemente agradecido por llevarnos de paseo por Buenos Aires, como ya lo hiciera Borges pero con el inconfundible estilo Bigud.
Ahora, si me pudiera dejar cien pesitos y me especificara en qué esquina para la de los ojazos, el agradecimiento sería infinito.

Un abrazo, doc. Usted es enorme.

Nefertiti dijo...

Lo veo muy generoso con las causas nobles mi estimado. Yo justamente necesito pagar una deuda que me endosaron y no es mía. Un temita laboral, un chantaje importante. Son algunos Sarmientos más, pero lo veo tan predispuesto que no puedo menos que pedirle si quisiera tener la bondad de ayudarme...

Pablo dijo...

Mire, Bigud, lamento interrumpirlo pero le averigüé y me dijeron que no puede declarar ese Sarmiento como "donaciones" en el formulario 152.

Quizás si la próxima le pide recibo a los imberbes...

Any dijo...

Yo también creo en el mecanismo compensatorio del universo. No sé si hubiera sido tan generosa como usté en este caso en especial (pagarle una loca a tres salames desconocidos ... no creo que estuviera en mis planes). Pero pongalé que lo importante es la acción de devolver el favor alguna vez recibido. Y ahi si concuerdo.
Seguramente en el camino volverá a encontrar una vez mas ese Sarmiento, que quizas no venga en forma de billete sino de lo que usté necesite en ese momento, vió como es esto ...

un abrazo

El Gaucho Santillán dijo...

Lo suyo me retrotrae a los tiempos en que uno tenìa que debutar ràpido, o tu padrino o tìo, te amenazaban con llevarte con una "sobrina" que ellos conocìan.

Pensaba que hoy en dìa, las cosas eran mas fàciles.

Un abrazo.

El Mostro dijo...

Y... seguí admirando nomás.

Pablo dijo...

Teniendo esos Sarmientos porqué no te animaste a recorrer esas curvas??? jajajaja!

El relato bien podría llamarse "la belleza del voyeurismo" jajaja!

Abrazo

Yoni Bigud dijo...

Anónimo: http://estenarrador.blogspot.com
Acá el único que hace autobombo soy yo. Caramba.

Elvis: No, no me dejaron. La gente, estimado, es muy desagradecida.

Etienne: Espero que el tiempo me compense. Creo también en ese postulado. Y en los agujeros negros.

VER: Es que menos líneas no favorecen el desarrollo.Vaya nomás.

Sir Lothar: Esto es lo más cerca de Borges que estaré en mi vidad. Mencionado en el mismo párrafo. Algo es algo. El agradecimiento es mío.

Nefertiti: Sarmientos y Rocas para usté. Pida nomás, es cierto que estoy generoso.

Señor Pablo: Aprecio su buena voluntad, pero déjeme hablarlo con mi contador.

Any: Téngalo por seguro, el mecanismo compensatorio siempre funciona. Yo necesitaría que volviera en forma de departamento de cuatro ambientes, pero no sé si estoy abusando.

Gaucho: Sería una prima del debutante entonces. Yo creo que todas las primas están buenas. Y todos los debutantes son rápidos.

Mostro: Y... sí.

Pablo: No soy bueno para pasar a las vías de hecho. Me cuesta.

Un saludo.

Dany dijo...

No dejo de admirar sus anécdotas. Parado como un observador de situaciones, obteniendo y cediendo Sarmientos. Y además envidio el tiempo que le puede dedicar a esa observación.......
¿Ud. se ha jubilado a temprana edad?

Abrazo!

miralunas dijo...

mi querido señor bigud: por razones de larga explicación y sin que este pueda ser el lugar, le digo que usté siempre me resulta una buena inversión de lentes y de tiempo. y que le dejo acá un abrazo, vea.

La condesa sangrienta dijo...

Sarmiento...¡un maestro! partícipe en la vida y en la muerte de los imberbes (o en la 'pequeña muerte', para ser más precisos)
un beso

Mecha dijo...

Querido Yoni,
No hay forma que no me envuelva en sus relatos, y me encuentre transportada a aquella parada de colectivo con destino a La Noria.
Sus palabras hacen que uno se convierta en testigo. Casi que pude ver el color de esos ojazos verdes, la cara de pavos de los imberbes (eran granitos o pecas??? tampoco estaba tan cerca, y a esta edad, la vista me falla para los detalles), la actitud del padrino acercándose... y su semblante, Yoni. Esa expresión en su cara como de "tomá nene..."

Cómo me gustan sus relatos, Yoni!

Un placer leerlo...

Mona Loca dijo...

Hizo bien, encuentro.

Justicia cósmica. Viene como donativo, se va como donativo.

SI no hubiera actuado así, quién sabe la desgracia que hubiera atraído sobre su cabeza!

besos

Viejex dijo...

Todo muy bien, bien por los 50 mangos para deleite y gozo de los inmberbes, su generosidad y toda la menesunda... (como me gusta la palabra "menesunda"!)

Pero a la hora de hacer autobombo no podría haber mencionado un blog colectivo en el que ud participa, que ayer publicó un modesto artículo que recibió la modesta cifra de diez comentarios, de los cuales dos o tres son del autor?


Y 18. Ingrato.

Javier F. Noya dijo...

Sí claro, pura contemplación, pura especulación filosófica de que la belleza, a lo platón, va acompañada de virtudes morales, a las que usted estaba dispuesta a indagar profundamente para demostrar que el susodicho filósofo tenía razón...y yo todavía desayuno con Zucaritas...andá!
No obstante, su espíritu de boy scout, o tímido culposo (que vendría a tener bastante similitud) es encomiable.

Esilleviana dijo...

bueno... me dispongo a leer tus palabras con cierta compasión... vale :)

(como me gusta como escribes!).

me centraré en tu idea: teniendo en cuenta que aquel de la ventana no se suicidó y perdió la apuesta, tendría suficiente dinero para prestarselo a su ahijado... perdón, que el suicida no tiene por qué se el padrino jaja.

pero sin duda, la prostutita se ve muy linda, ya podría tomar un café o una copa con el padrino solidario y buscar otro negocio u oficio, creo que todo puede ser posible. Es una versión totalmente rosa de Pretty Woman, lo siento, soy una mujer y para colmo en uno de mis dias tontos jajaja.

un saludo

Anónimo dijo...

Don Yoni

Me quedè pensando en las leyes de compensaciòn de la vida, en las cuales tambièn creeo, igual que usted y otros aquì participantes, lo que si està en discuciòn si siempre es regla o algunas veces no es para todos, pero ese es otro tema.

Los ojazos verdes y las curvas eran de ella o de un muchacho, porque me sorprende que ahora solo se ven travestìs, que han reemplazado a las antiguas prostituas, o yo salgo poco o no frecuento esos lugares, pero por ejemplo en una època cerca del barrio donde vivo existìa la zona roja hoy ubicada en no se donde, eran todos hombres, no se si habia una mujer.

En definitiva, usted es lo que se dirìa un alma caritativa, en espera de la compensaciòn, ojalà la vida le devuelva el doble de lo que da por ser un corazòn generoso.

Por otro lado me mato con ese video,ademàs de ser la primera vez que veo algo de mùsica por acà, Jagger tiene el poder de fascinarme como un hechicero medieval.

Un abrazo y buen relato, off course.!!

A.R.N. dijo...

bien, haga girar la energia... bien
beso

Lelé dijo...

Sus andanzas por la ciudad siempre dan cuenta de un trabajo de campo tan sustancioso que da gusto. Sepa que lo que usted hizo fue como ir a dar clases de apoyo escolar a un comedor comunitario. Más, teniendo en cuenta que esperaba un colectivo en un lugar de un taxi. Si esta historia fue cierta, usted me cae muy bien. Y si no, si sólo la imaginó, también.

Lelé dijo...

Me pareció leer en el vecindario de Shimmy que usted será papá otra vez? En ese caso: ¡albricias!

Zeithgeist dijo...

oigah, yo no tengo ojos verdes (pelo indomable sí, por donde le guste!) y ni siquiera soy una eximia trabajadora de la calle, pero aún así, si quiere me paro en una esquina (usté dirá ánde patrón) y me dona un sarmiento. Quiere?


DONA DIJE, DONA! no vayaaser que se me confunda todavía...

Yoni Bigud dijo...

Señor Dany: Hay un bicho. Un bicho que se llama tejón. ¿Lo conoce?
Es un todoterreno, oportunista, omnívoro, que recorre bosques y praderas olfateando, trepando, escarbando, etc. En síntesis, busca y busca, siempre atento a la aparición de una oportunidad. Eso soy yo. No, un jubilado no.

miralunas: No explique nada. Le dejo, yo, un muchas gracias a usté.

Condesa: Un hombre muy grande, sin duda.

Mecha: Entiendo que eran pecas. Me alegra haberla transportado, y haber podido decir sin decir. Muchas gracias a usté.

Mona: Sabe usted, muy bien sabe, que yo me fijo mucho en esas cosas. No podía obrar de otra forma.

Señor Viejex: Estuve flojo. Como tantas otras veces. Perdón.

Javier: Lo importante eso último. Tendamos un manto de piedad sobre lo demás.
Muchas gracias a usté.

Esilleviana: Sin embargo a mí no me parece una idea tonta. Para la prostituta sería solo cuestión de animarse. Para el padrino también.
No así para el suicida, que ya tuvo su oportunidad. Es justo que aunque sea ponga la plata.
Muchas gracias a usté.

VER: Los mecanismos compensatorios existen, y son para todos. No tenga duda. Solo es cuestión de saber mirar.
Estas eran curvas femeninas, le juro. El ojo no me falla.
Que devuelva, sí. Que lo haga con creces.
Hemos puesto alguna vez algo de música. Espaciada, porque a mí me gusta el silencio.
Muchas gracias a usté.

A.R.N: Usté ha captado la idea.

Lelé: Me alegra que perciba que hay un trabajo previo, un desgaste que a la postre es la clave del producto.
Todas las historias son, en el fondo, un poco ciertas y un poco inventadas.
Ah, sí, usté también me cae muy bien.
Muchas gracias a usté.

Lelé: Eso es del todo cierto. En breve lo seré. Muchas gracias a usté.

Zeithgeist: Usté olvida, maliciosamente supongo, hacer mención a sus curvas prontas al desafío.
Hagamos la prueba si lo desea, pero sepa que cuando no estoy acorralado, soy muy bueno para manejar mis Sarmientos. Pongo cara de inocente y todo. No descarte que las cosas puedan terminar saliendo de un modo muy distinto al que usté imagina.

Un saludo.

Esilleviana dijo...

explícame...
qué quiere decir 18?
que la prostituta es mayor de edad?
o que este es un blog para adultos?

:)

Martín dijo...

Diga que yo no estaba entre ese grupo de muchachos, porque con mi habilidad para los negocios le ibamos a tener que pedir un Roca, la tarjeta de crédito y un pagaré.
Salute!

Caro Pé dijo...

Ayudando a la comunidad usté es genial :)

Ah me copó esta frase :"la vida es un sendero sinuoso, y uno no es quien para juzgar el modo en que otros deciden recorrerlo" wau like it!


Y eso que dice del universo también Yoni! (El universo posee sus propios mecanismos compensatorios)
Saludos!

Tres bufones muertos dijo...

tiene facebook. Tiralo para tus lectores, no seas canuto (?)

Yoni Bigud dijo...

Esilleviana: Significa que yo no dejo ningún blog con el comentario 17. Ni con el 13. Solo eso.

Shimmy: En ese caso el negocio se hubiera ido por el caño del inodoro.

Caro Pé: Ahora solo resta encontrar a alguien que me ayude a mí. Muchas gracias a usté.

Tres bufones muertos: Bienvenido. No le pregunté. Créame.


Un saludo.

Canoso dijo...

Señor Bigud:
Hizo lo correcto; el Universo siempre se compensa.
Un Sarmiento aquí y otro allá.
Y ya que hablamos de sarmientos recuerde que de ese vástago de la vid nace el racimo para un buen vino.
Vino con el que el Universo lo compensará por haber hecho que un mocoso disfrute por unos minutos de esos ojazos de color verde, ese cabello indomable y esas curvas prontas al desafío.

Abrazo!

Alelí dijo...

hiciste una donación para esos muchachos? la verdad a partir de ahora sos mi ídolo, te van alzar un monumento y bien merecido que lo tiene.

beso

Juan Carlos dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Juan Carlos dijo...

En una esquina como muchas en una noche cualquiera. Un novato deseando graduarse, dos padrinos de billeteras cortas, una “Magdalena” de ojos color esperanza, un mecenas bloguero con el alma de “imberbe bueno” y un Sarmiento que cambia de manos para cambiar la historia.
¿Qué hubiera pasado si ese billete no aparecía en escena?... seguiríamos teniendo a un potencial debutante, dos padrinos fracasados, a una “Magdalena” algunos pesos más pobre, un Sarmiento devaluándose en el mismo bolsillo, la vida continuaría pero este post no existiría.
Con todo respeto Yony Bigut, nunca un Sarmiento fue mejor invertido y por ello se lo agradecemos todos.
¡Saludos!

La Novia dijo...

En el flujo compensatorio tendrá su recompensa Yoni...

Tire un par de Sarmientos para este lado Hombre!!!!

Saludetes...

Yoni Bigud dijo...

Señor Carugo: Lo sé. Solo espero que compense rápido.
Muchas gracias a usté.

Alelí: Ni las gracias me van a dar. De eso, sigo sosteniendo, se ocupará el Universo.
Muchas gracias a usté.

Comentario suprimido: Oh.

Juan Carlos: Bienvenido. El efecto mariposa de una pequeña acción. Muchas gracias a usté.

Novia: Sí, cómo no. Cuando el Universo me compense.

Un saludo.