Síntesis del post: Descripción del individuo promedio. Descripción del señor Eduardo. Reflexión sobre el fanatismo. Viaje y despedida.
A lo nuestro, que hay poco tiempo.
Cuando un individuo promedio se ve forzado a interactuar con un profesional del ramo que sea, acaba siempre sumido en un profundo estado de indefensión que, por desgracia para él, muchas veces se revela cristalino a los ojos de ese profesional.
Y en ese preciso instante comienzan sus verdaderos problemas.
Por fortuna, gracias al intelecto, al interés natural o a la repetición constante y uniforme de una conducta, los individuos promedio suelen progresar en el estudio de determinadas materias hasta dominar sus principios más básicos. Por eso se los denomina individuos promedio. Porque no son genios, pero tampoco idiotas. Entonces, decía, una vez que eso sucede se transforman, en lo que a esas materias se refiere, en individuos difíciles de timar.
Yo, por ejemplo, a fuerza de sangre sudor y lágrimas he logrado dominar los principios básicos del universo financiero, hecho por el cual ahora soy más o menos impermeable a las fantasías tropicales de los oficiales de cuenta, operadores y otros empleados bancarios de rango intermedio.
También he desarrollado una interesante habilidad para la detección de todo tipo de defectos en inmuebles ofrecidos a la venta o alquiler. Por lo tanto, con mi ojo de lince y mis preguntas incómodas casi siempre derroto a los pícaros agentes inmobiliarios.
Ahora bien, como soy un individuo promedio (ni un genio ni un idiota), existen algunas materias que no domino en absoluto. Muchas. Muchísimas. Diría que la inmensa mayoría.
No me pida que cambie el flotante de la cadena del inodoro, que revise el transformador de la lámpara dicroica o que coloque en su sitio el resorte de la perilla que permite encender la hornalla.
No señor. De ninguna manara.
Para eso lo tengo al señor Eduardo, plomero, gasista y electricista.
¿Y por qué le dice “señor” Eduardo?
Sencillo: Porque él no me dice Yoni a secas. O señor Bigud. Me dice señor Yoni, y a mí gusta su modo. Me divierte.
En fin…
De este ser dotado de una sobrecogedora voluntad de trabajo y una irreductible tendencia al aporte de soluciones parciales o transitorias quería hablarles la semana pasada, cuando un compromiso laboral inesperado se interpuso entre mis intenciones y mi margen de maniobra. Y como no me gustan las deudas, ha llegado el momento de ponerme al día. Aunque sea en unas pocas líneas, ya que la introducción que acabo de escupir se ha transformado –sin haberlo yo buscado- en el cuerpo principal del post:
Lo que me gusta del señor Eduardo es que, como todo profesional diligente, se encuentra absolutamente al tanto de que trata con un analfabeto en la materia, y aun así exhibe un respeto monolítico por mi patrimonio.
Desde el instante en que atiende el teléfono y tiene que soportar mi persistencia en el empleo de fórmulas tales como “ese fierrito que sobresale por abajo del otro que usté ya arregló”, “el coso redondo”, “el cosito que está al lado el coso redondo” o “la ruedita que encaja con un tornillo gordo que se me perdió”, ya queda autorizado a encuadrarme en la categoría de “individuo fácilmente estafable”, y por ende, a cobrar lo que se le antoje.
Sin embargo no lo hace.
¿Y por qué no lo hace?, se estarán preguntando ustedes, enervados aún por la incompetencia que demostré en el párrafo anterior.
Simple: El señor Eduardo es un enamorado de su trabajo. Un fanático. Concurre a mi hogar a las ocho de la mañana en punto y munido de las herramientas estándar, aunque siempre se encuentra con que mis desgracias hogareñas son mucho más complejas de lo que aparentan ser en mis precarias explicaciones telefónicas. Entonces golpea caños con la pinza, abre y cierra llaves de paso, arranca arandelas de goma con los dientes, extrae arenilla de los filtros, cambia cueritos de las canillas, se rasca los glúteos por adentro del pantalón (muchas veces y mucho rato) y finalmente se inclina por dejar todo en funcionamiento, pero también en un equilibrio precario.
“Ahora me tengo que ir a arreglar una ducha en Florencio Varela, pero vuelvo mañana a primera hora con aquella pieza original y este cuerito importado y le dejo todo diez puntos señor Yoni”, me explica amablemente.
Y yo asiento confiado.
¿Y no lo hará para aparentar que trabajó mucho?, insinuarán ustedes, que son unos malpensados.
Pues no. Fíjense que están equivocados. El señor Eduardo cobra unas chirolas al momento de retirarse, y siempre regresa al día siguiente para terminar. Eso es todo.
¿Y cómo logra que regrese?, indagarán ustedes, ya con miedo de fastidiarme con tanta preguntita.
Elemental: Los individuos promedio que nos ubicamos más cerca del genio que del idiota (nótese que me autoincluyo en este selecto grupo), además de progresar en el estudio de determinadas materias hasta dominar sus principios más básicos, sabemos identificar a los fanáticos. Tanto los peligrosos, como los que pueden llegar a ser útiles.
Y ahora me despido, no sin antes informarles que el día viernes, cuando aparezca el PG de la semana, yo estaré a miles de kilómetros de distancia. De ustedes y del señor Eduardo. Más precisamente, en la Madre Patria, en la fiesta de casamiento de mi hermano.
Sin embargo, que nadie salte al vacío antes de conocer que el normal funcionamiento de este espacio no se verá afectado en lo más mínimo. De hecho, lo más probable es que suba alguna crónica de viaje, algún “Gente que se anima a todo” (porque voy a circular de aquí para allá con mi camarita) e incluso alguna imagen de mis pies, mi nuca o mi panza en aumento (he tomado la precaución de dejar en Buenos Aires a la señora Bigud y a pequeña Yoni).
¿Y entonces por qué nos cuenta?, preguntarán ustedes para ver si por fin monto en cólera.
Basta. Me hartaron. Les cuento para que valoren el esfuerzo que hago al acarrear mi ordenador personal hasta el otro lado del mundo, juntar el material y subirlo sin cobrar un solo centavo.
Yo también soy un fanático.
¿O qué se creen?
Queda para ustedes la tarea de identificar si soy de los peligrosos, o puedo llegar a serles de alguna utilidad.
Tengan ustedes muy buenas tardes.
21 comentarios:
Quiero decirle que la frase "ser dotado de una sobrecogedora voluntad de trabajo y una irreductible tendencia al aporte de soluciones parciales o transitorias" está muy lograda. Me hizo acordar a Cacho, quién una vez vino a arreglar la luz de un ventilador de techo y dejó para la posteridad el "Cacho System", que consistía en un par de interruptores puestos en el mismísimo ventilador que había que prender y apagar coordinadamente con el regulador para obtener luz, ventilación o ninguna de las anteriores. Nada más estable que lo transitorio.
¡Ah! ¿el teléfono del Señor Eduardo lo tiene?
Yo quiero un señor Eduardo en mi destartalada casa-hogar ya mismoooo!!!
¿Se nos va a la Madre Patria? cha que suerte la suya Yoni, y además para un casario, y de un hermano faaaaaaaa! La va a pasar genial y va a comer como loco. Suba fotos como prometió ;)
Y ahora llegué segunda... me siento realizada.
Entonces nos vemos el viernes con el PG y esperaremos noticias suyas, nomás.
Usté haga tranquilo que nosotros de este bendito suelo no nos moveremos.
Ahora le traje de regalito unos buñuelos que preparé y panqueques con dulce de leche.
Besotes
ahhh como me gustarìa saber tanto como el Señor Eduardo.
Tengo mi propia caja de herramientas y arremeto contra algunos artefactos pero aùn me falta tanto...
digamos que de tener que hubicarme en algún espacio.. diria que soy una idiota ùtil.
Los Señores Eduardos no abundan...hoy en dia ni un portero sabe cambiar un cuerito y menos que menos por amor al arte.
Y eso de asociar los nombres a las utlidades me puede... cuando sea grande quiero tener un chofer que se llame Roberto.
Quiero tener un Roberto y ahora tambìen quiero un Señor Eduardo.
Ojo con el tapeo y con el jaleo!!
pàsela lindo y lleve euros!
Traiga jamones :)
Yo tengo la falsa creencia que como circulo por el ámbito de la ingeniería no necesito de nada más que de mi caja de herramientas y un poco de tiempo y arreglo cualquier cosa de la casa.
A veces me sale, a veces tiro cualquiera, así que lo llamo al Señor Hugo, que vendría a ser mi Señor Eduardo.
Le deseo el mejor de los viajes y esperamos sus crónicas.
Saludos!
Señor Yoni, excelente post.
Reclamo, al igual que mi amiga María Rosa y el caballero Pablo, el número telefónico del señor Eduardo.
Se va de viaje a la Madre Patria(pregunta tonta y reiterativa, si las hay..)!!??
Aproveche a comer lo que más le agrade, sabiendo que no debe tener necesidad de poner la famosa cara de perro de la que ha hecho mención en varias oportunidades.
Al igual que el resto de los mortales que visitamos asiduamente su blog, quedo a la espera de las "Crónicas de España", directo del lugar en cuestión.
Si me permite,lo caratulo de fanático NO PELIGROSO.
Le dejo un enorme abrazo!
Dicen que hay muy buenos etílicos por la zona, tenga a bién(si no es mucha molestia), agregar unas líneas sobre el tema para la que suscribe.
si, ya lo sé, siempre el mismo tema yo, nocierto? :P
Soy una inepta arreglando cualquier cosa...solo soy buena con ciertas herramientas....Nooo...no sea malpensadoo...o si...tambien...
En mi casa teniamos a Mario Mutis...ahh...personaje q arreglaba desde una grieta hasta la construccion de un ba~o....el man se le tiraba a todo....Me acorde de el...murio hace unos a~os, pero siempre con su sabiduria, como la del Sr. Eduardo...diciendole a mi Sra. Madre: "No Sra. Maria, eso no se puede asi..."....
Uste es util...en las finanzas...
Besos y q disfrute mucho la boda de su hermano.
Señor Yoni:usté le dice "señor Eduardo" cuando habla con él o sólo cuando se refiere a él? Si lo hace hablando con él debe ser realmente una situación absurda...
No sé por qué me lo imagino al señor Eduardo como el protagonista del video "No voy a trabajar"...se vé que me cayó bien.
saludos y buen viaje, no sabe lo que lo envidio, mientras usted se va de joda yo voy a traer al mundo a mi segunda hija...casi lo mismo vió...
¿¿¿Usted sabe de finanzas???
( imagen: la mona con ojos tipo japonés y pestañeando mucho. Boca como una "O")
Mi admiración por usted acaba de subir unos 50 puntos.
Soy una perfecta idiota para todo lo que tenga que ver con números.
Quiero, yo también, el teléfono del sr. Eduardo.
Suelo necesitar ayuda una vez que el Mono se convence de que NO SABE hacer "eso"...
Buen viaje, Yoni!
Y eshperamosh vueshtrosh poshteosh, que para algo se eshtá ievando shu ordenador pershonal, vale, jolin, rediez!
(así va practicando el idioma, vio?)
feliz viaje.
saludos.
Pablo: Algunos personajes son felices poseedores de una imaginación tropical. Si uno los deja un rato solos para que arreglen algo... surge el "Cacho System". Y eso suele no tener remedio.
Anote el número.
María Rosa: Ya mismo le paso el teléfono. Ahora pase usted los buñuelos. ¿Son de banana?
Gabriela: Creo que alguna vez conté en este mismo espacio (hace como mil años) que tengo una súper caja de herramientas. La mejor del planeta. Sin embargo soy malísimo para mejorar la salud de las cosas del hogar. De hecho, ni siquiera lo intento. Soy un idiota inútil.
Traigo jamones.
Pato: Mi admiración para los ingenieros. O los proyectos de ingenieros.
Muchas gracias.
Fabiana: Muchas gracias por el apoyo y el aliento para que le entre a las tapas y el vino tinto. Pensaré en usté, e incluso haré una crónica etílica.
La última vez que fui estuve en un viñedo de La Mancha, y creo que puse fotos aquí. No recuerdo bien. En cualquier caso échele un ojo a la etiqueta "recorriendo el planeta".
Muchas gracias.
Crazygirl: Muchas gracias. Cada cual con sus herramientas ¿no le parece?
Mario Mutis... me gusta ese nombre. Está mejor que señor Eduardo. Y si no se rascaba los glúteos, ni le cuento.
Mis respetos para él.
Ouchurus: En efecto, le digo señor Eduardo. Y él me dice señor Yoni. La situación, le diría, es más cómica que absurda.
La felicito sinceramente por la próxima llegada de su segunda hija. Que sea con suerte. Y también la felicito por estar más buena que no sé qué, a pesar de haber pasado 18 meses de su vida embarazada. ¿Cómo hace para mantenerse en forma?
Mona: Finanzas... digamos que aprendí a defenderme un poco. Cuando me pongo, siempre termino entendiendo por dónde viene el asunto.
Hay el Mono... los hombres muy participativos, si no son profesionales del ramo (plomeros, gasistas, electricistas o todo junto) terminan haciendo macanas. Por eso yo no me meto. ¿Qué se cree? Puedo eh. Mire que puedo...
Muchas gracias.
Nippur: Muchas gracias.
Un saludo a todos.
se lo lee radiante, senor yoni. se ve que asentarte en la oficina y bajar los trigliceridos te hizo bien. beso !!
Digamos que trato de prescindir de don Eduardo con mi cajita de herramientas, cuando no puedo llamo al encargado (no caer en el error de llamarlo portero, plis..) y por lo general me resuelve los problemas. Pero sí, un don Eduardo nunca viene mal. Un beso Yoni, que tenga lindo viaje y no coma tanto en el casamiento.
@Yoni, muy lindo post.
El señor Eduardo es el opuesto del dueño de todas las ferreterías del mundo quienes, sin importar lo preparado que uno tenga el discurso de pedido de un producto o lo sencillo que parezca de antemano, siempre logran hacernos quedar en ridículo con una pregunta adicional.
Le agradezco sinceramente sus felicitaciones, algunas merecidas...otras no tanto...una hace lo que puede vió?
En todo caso, no se quiere instalar en mi mesita de luz y cada tanto me repite el comentario???
cha gracia, buen viaje
Querido Yoni
El escrito de hoy ha sido justamente alabado.
todos necesitamos un Señor Eduardo en nuestras vidas.
¿Se casa el psiquiatra?
Felicitaciones.
Ya era hora.
Espero que lo pase hermoso en España.
¿En que región?
Así me lo imaginaba mejor.
Besos y manténganos al tanto
el sr Eduardo amará tanto su trabajo como para movilizarse hasta Bahía (cobrando esa pichincha que ud dice que cobra, claro está)
bune viaje y mejor estadia en las Europassss
Y 18
No le podemos dejar el 17 a yoni,
Se `pone mal.
Vulgar: Radiante, sí. Muchas gracias.
Caia: Qué más quisiera yo que saber usar mi súper caja de herramientas. Pero bueno, solo las compro. De usarlas ni hablar.
Le haré caso.
Coki: Lo que yo hago es llevar la pieza rota y señalarla justo después de saludar. No contesto preguntas.
Ouchurus: Usté mande y yo repito, no se inhiba.
Comentario suprimido: Oh.
Cerriwden: En efecto, se casa el psiquiatra. En rigor de verdad, ya está casado. Pero como nosotros no habíamos podido concurrir, ahora se hace la fiesta.
Estoy en Madrid, y en breve subiré alguna crónica. Muchas gracias.
Señor Briks: Mire... es un fanático. Capaz que va.
Muchas gracias.
Cerriwden: Muchas gracias. Como le digo habitualmente, siempre puedo contar con usté. Eso es muy bueno. Sobre todo ahora que mis guardias son más laxas.
Un saludo.
Lamento llegar tan tarde a leer este post, pero más vale tarde que nunca y hoy pude. Me encanta ese señor Eduardo, y la descripción que hace de él.
Yo soy de las que sabe el nombre de cada repuesto, el modo en que se hacen las cosas y sufre cuando viene un "instalator" enviado por la inmoviliaria, al que le discuto, por ejemplo que ese no es el vástago que corresponde, y finalmente lo cambia, luego de martillar para hacerlo entrar a la fuerza y rompre toda la cerámica del baño, por ejemplo.
No tengo la más mínima idea de como se manejan las cuestiones financieras, y creo que esa capacidad me sería mucho más útil...
No sé si estará aún de vieje, espero que la haya pasado muy bien, o la esté pasando muyt bien.
Me voy a seguir actualizando con sus post.
Un abracito.
Señor Yoni, lo admiro profundamente pues todavia no logro tener esa selecta capacidad de identificar a quienes son apasionados por esos trabajos.
Además, desde que empecé a leer me sonreí y así sigo, que grata estadía. Voy a buscar más para leer así al tun-tun.
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