Extraña sucesión de infortunios que, poco a poco, fueron minando mi voluntad hasta transformar aquel viejo anhelo de triunfo en esta pacífica convivencia con el fracaso.

lunes, 9 de mayo de 2011

UN GUEPARDO

Síntesis del post: Quejas amargas. Un mensaje de texto. Una amiga mentirosa. Un guepardo. Simpatía. Diez. Conclusión.



Una señorita se queja porque su novio decidió poner fin a la relación que los unió durante el último año. Amargamente se queja. Y es que el muchacho no ha tenido mejor idea que ejecutar su delicada maniobra a través de un escueto mensaje de texto. Chau, le dijo. O no te quiero más. O me enamoré de tu prima. La verdad es que no estoy en condiciones de precisar la frase elegida, pero estoy seguro de que el asunto corrió por esa cuerda.

Una amiga la toma de las manos y le seca las lágrimas mientras se las ingenia para intercalar, entre sollozo y sollozo, encendidos epítetos que tienen como único destinatario al flamante prófugo. Vos te podés conseguir al chico que quieras, le dice. Y le miente. Se ve que cuando no está acorralada es bastante buena mintiendo. Pone cara de seguridad y todo.

En realidad esta señorita no tiene, ni por asomo, las capacidades que se le endilgan. Así, a ojo de buen cubero, diría que está en la franja del diez, o a lo sumo el quince por ciento de sus antojos amorosos. Una o dos de cada diez potenciales presas; como el guepardo.

A mí me cae muy bien el guepardo. No me refiero a este en particular, ya que no lo conozco más que de espiarlo este ratito desde una mesa contigua, sino a la especie propiamente dicha. Me parece un animal sufrido. Solo una de cada diez cacerías tiene éxito, y para colmo pierde la mayoría de sus presas a manos de otros carnívoros más grandes y fuertes. Leones, hienas o incluso leopardos. Todos ellos hacen las veces de esa prima calentona que, inferimos, figura o podría figurar en el oprobioso mensaje de texto enviado por el prófugo.

Lo cierto es que la mayoría de las veces la naturaleza permanece ajena al sufrimiento de los mortales, y esta señorita ya debería saberlo. Ante un fracaso la única opción consiste en recuperar el aliento e intentarlo de nuevo. En fin… en cualquier caso, el llanto me parece un grotesco. Pero ese soy yo.

Uno, dos, tres… diez. Sí, contándome a mí, a los mozos y a ese señor que lee el diario acodado en la barra, somos diez hombres en el bar. Quién lo diría. Si los argumentos de la amiga mentirosa no demostraran esa pavorosa ineficacia en materia de apuntalamiento y recomposición del ánimo, nuestro guepardo podría salir de cacería nuevamente. Después de todo parece que no era tan buena mintiendo, aun sin estar acorralada.

No, no me malinterprete. Yo no tengo ninguna voluntad de convertirme en presa. De hecho ya me iba. Es que perdí por completo el entusiasmo inicial sobre las posibilidades de este artículo. Con tanta lágrima y tanta impericia en el consuelo, no veo oportunidad de redondear una conclusión sólida.

Además, acá entre usted y yo, ahora que nadie nos escucha, confieso que si tengo que sucumbir en la sabana (dije sabana, sin acento, no sea desaforado) prefiero que sea a manos de un león, una hiena o un leopardo. Esos son bichos mucho más expeditivos.



Tengan ustedes muy buenas noches.

35 comentarios:

El Gaucho Santillán dijo...

Usted tendrìa que haber hecho algo amigo!!

(o era muy fiera?)


Saludos

miralunas dijo...

no sé que decirle, señor Bigud. si usté hubiera elegido otro animal..., pero justo el guepardo? es irrefutable. porque son lindos los guepardos, pero arrancan enloquecidos y en seguida se cansan. y viene cualquier bicho y le gana la presa. ahora bien: se fijó que entre los guepardos figuran estas lentas y aquellos fanfarrones? sisisiis, simpatico el guepardo. y abarcativo. un extendido abrazo. (como el comentario, sorry)

Mariela Torres dijo...

Pobre guepardo. Me da pena; pero eso es lo que pasa cuando se sale a cazar. Las presas no tienen ese problema.

Saludos.

Maga h dijo...

No me sorprende su capacidad e inteligencia, lo bien que hizo al retirarse cuando reconoce que no puede redondear una conclusión solida.

Lo felicito, para medias tintas, el guepardo.

Pablo dijo...

Todavía recuerdo cuando ellas eran la presa. Una presa que saludaba desde un bunker mientras los predadores nos golpeábamos contra la puerta. Pero era la presa después de todo.

Eso sí, yo no era un guepardo, era más bien... ¿el lemur es considerado un predador?

Abrazo.

Mecha dijo...

Coincido con Pablo... a veces me acuerdo cuando todavía podíamos jugar a la presa.
Ahora la macana es que, el 90% del tiempo tenemos que jugar al guepardo, y qué quiere que le diga... es agotador!!!
Tan agotador, que el 80% (2 de cada 10) de ese 90, preferimos irnos sin comer...

Viejex dijo...

A mí me pareció una conclusión muy sólida. Con lo único que difiero es con esa apreciación suya sobre el llanto. A mi también me parece grotesco pero sólo cuando es injustificado y exagerado. Pero ése soy yo y aquél es usted.

La condesa sangrienta dijo...

Ud. vendría a ser una especie de National Geographic registrando la vida de la ciudad salvaje, tomando distancia y ciertos recaudos para poder contárnoslo.
Bien ahí!

Sir Lothar Mambetta dijo...

El día que me agarren, quiero que me defienda usted, doctor. No me importa que no ejerza. Usted es convincente hasta para no decir nada.
Mi admiración sigue en alza.

Un abrazo.

El Mostro dijo...

Que lindo bicho la hiena!
Ecológico además.

Dany dijo...

Parece que todos vimos el mismo documental. Pero estos bichos ( los guepardos) hasta pueden perder a sus crías en manos ( o garras mejor dicho) de otros predadores porque su energía se va en la cacería y no le queda resto. Hizo bien en irse del café. Porque hacerle más mal a ese bicho ( o señorita mejor dicho)sería ya un abuso. Muy bueno Yoni. Abrazo.

Gabi dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Almafuerte dijo...

No termino de comprender si a ud. le molesta el llanto, el llanto en público, o el llanto mal consolado.

Pero llorar un poco es un alivio, se lo digo yo que soy algo llorona. En privado, para no molestar.

Unknown dijo...

Puma de bengala!! como diria Jacobo.
Estuviste tiernito, la próxima no la dejes pasar.

Yoni Bigud dijo...

Gaucho: No, no era fiera, a pesar de ser un guepardo.

miralunas: Usted sabrá disculpar mi atrofia, pero no entendí su punto. Soy bastante lenteja, presa ideal para un guepardo hambriento.
De todos modos, muchas gracias a usté.

Mariela: Es cierto, las presas tienen otros problemas.

Magah: Ya sabe lo que dicen sobre el soldado que huye. Muchas gracias a usté.

Señor Pablo: Lo es, sí. Solo por algunos bichos.

Mecha: El arte de la caza requiere paciencia. Una cena suculenta amerita cierta dosis de constancia.

Señor Viejex: No me diga que disiente conmigo, me va a hacer llorar.

Condesa: Exacto, usted ha dado en el clavo. La distancia es esencial en este asunto.

Sir Lothar: Temo preguntar... ¿que lo agarren haciendo qué?
Muchas gracias a usté.

Mostro: Hermoso bicho. No, usté no, no se me agrande.

Dany: Le concedo eso. Cada vez que me quedo más de la cuenta termino metiendo la gamba. Hice bien, sí.
Muchas gracias a usté.

Comentario suprimido: Oh.

Almafuerte: Me molestan todos los llantos, excepto los privados. Soy incapaz de demostrar emociones propias, o tolerar las ajenas.

Petardo: ¿Le parece? Me deja pensando.


Un saludo.

LadyMarian dijo...

Habría que ver de qué manera lloraba esa chica... Vio que algunas mujeres lloran y se mantienen impecables como si estuvieran siendo filmadas y a otras se les hinchan los ojos y se ven espantososas?

Bueno, yo pertenezco al segundo grupo, por eso no lloro. Imagínese, las que terminan hechas mierda no sólo lloran y se amargan sino que al día siguiente al mirarse al espejo tienen un apecto desastroso que les produce más ganas de llorar.

Las que están perfectas aún llorando son las que consiguen cualquier cosa llorando.

Así que habría que ver a qué grupo pertenece la chica abandonada. Si es de las mías le conviene esperar antes de ir de cacería (los ojos hinchados no son atractivos), pero si llora en forma atractiva puede llegar a conseguir la atención de algún amable caballero. ;)

Besos

Minombresabeahierba dijo...

Y yo que lo hacía al guepardo un winner!

Pero mire que la hiena es carroñera y se le ríe en la cara mientras...

Abrazo.

Alelí dijo...

ahora lo que veo es que le interesan los felinos, eh?

Cris dijo...

Ahhhh Don Yoni , cuánto guepardo suelto escapado del circo , y cuanta señorita llorando se ve hoy día , guepardos hubo siempre , mujeres lloronas tambien , y ni le cuento de Amigas que no pueden contener , el detalle es que hoy la vida es un Reality , todo se hace a la vista de los demás , antes te escondías para llorar , hoy no nos importa que nos vean lagrimear , pero descuide , despues del guepardo , un poco de pintura , arriba los hombros , anteojos obscuros y...... de cacería otra vez.estuvo bien en no intervenir Sr.
Saludingui
Cris//mujeresdesincuentay

Martín dijo...

Siempre pense que el leopardo era lo mismo que el guepardo.

Y con lo de la sabana, me adivinó el pensamiento. Dicen que las menos agraciadas son las mejores, pero qué sé yo de eso, a mi ni las aves de carroña me picotean.

Un abrazo le mando.

Yoni Bigud dijo...

LadyMarian: Ah sí, la pronta recuperación física frente al llanto es algo fundamental. Son condiciones naturales, se tienen o no se tienen. Si pertenece al segundo grupo, coincido en que es mejor esperar a la sombra de un árbol.

Hierba: No se deje engañar por los dichos populares. La hiena no es carroñera. Se ríe, sí, pero es de cuidado.

Alelí: Calumnias.

Cris: Tiene razón, hoy todo ocurre a la vista de propios y extraños. Pero sepa que no todos los extraños son como yo.
Muchas gracias a usté.

Shimmy: No se me tire abajo hombre. Siempre hay un buitre para un... bueno, usté sabrá lo que es.
Muchas gracias a usté.


Un saludo.

Mecha dijo...

Uhhhh... entonces puedo cambiar de animal???


Qué maestro el chancho!!!!
jeje

Nefertiti dijo...

Básicamente entiendo que si la chica hubiera soportado estoicamente el plantón, juntando fuerzas para el próximo ataque, usted la bancaría a muerte. Ahora la actitud "Rosa de lejos" le molestó.

Y sí... estoy de acuerdo

Anónimo dijo...

es muy pero muy valorable su manera de hacerse cargo cuando se le acaban las ideas y decir lo que dijo

ya sea porq se le acabó el entusiasmo o lo que fuera, si, si...es muy valorable decir:

ah, me encanta el guepardo aunq sea una de cada diez las que le salen a favor

besos

Etienne dijo...

Yo, en mi vasta carrera de escuchas, jamás he escuchado un consuelo que contenga verdades y que esté ayuno de exageraciones estadísticas, adjetivas y de las otras. Nadie en su sano juicio diría: "Quedate tranquila Yoli, que tal vez en los próximos meses consigas algún palenque para rascarte" como aliciente después de una ruptura.
Los amigos mienten. Y las amigas exageran.
Abrazos!!

Minombresabeahierba dijo...

El guepardo es al revés de lo que dicen los dentistas por TV de Colgate: Nueve de cada diez lo usan.

Abrazo

Elvis dijo...

Prefiero sucumbir en las sábanas, no hay tanto polvo..., bueno igual sí..., pero debe ser más agradable al menos no hay que correr... bah! no me haga caso...
Abrazo.

Yoni Bigud dijo...

Mecha: No, no puede.

Nefertiti: Usté no pudo haberlo dicho mejor.

laura: Sí, soy un valiente. Muchas gracias a usté.

Etienne: Ya lo creo. Y es una actitud muy noble. Ahora, es mejor que la mentira o la exageración sean realmente descomunales, así surten efecto.

Hierba: Ahora sabemos lo que ocuerre con los desacatados que no usan Colgate.

Elvis: Me parece que usté anda necesitando una sucumbida urgente.


Un saludo.

Pablo dijo...

Todo para decir que si te miraba 2 veces vos al gatito ese le dabas! jajajajajaja!

Voy volviendo de a poco!

Abrazo

ElFlaco dijo...

1 de cada 10 argentinos es gay, no lo digo yo, lo dice la propaganda de Fernet Cinzano, menos mal que se fue y no terminó diciendo "Que pasa... les gusto? "

Bien por Ud.

Yoni Bigud dijo...

Flaco: Según parece soy bien hombrecito. Incluso cuando no me doy cuenta.

Un saludo.

Zeithgeist dijo...

nah, como te acobardaste con el tema del acento ahi al final...

Yoni Bigud dijo...

Zeithgeist: Mire, no me corra, si tengo que poner el acento voy a necesitar una voluntaria.
¿Y? ¿Ahora quién es cobarde?

Un saludo.

Epístola Gutierrez dijo...

Perfecta descripción y análisis de la situación y la naturaleza de las fieras en cuestión. Muy pero muy interesante, Yoni. Muy bien lo suyo en no involucrarse, no valía la pena.
La amiga mentirosa, a qué especie pertenecía?
Un abrazo.

Yoni Bigud dijo...

Epístola: Un chacal, sin duda. Muchas gracias a usté.

Un saludo.