Extraña sucesión de infortunios que, poco a poco, fueron minando mi voluntad hasta transformar aquel viejo anhelo de triunfo en esta pacífica convivencia con el fracaso.

martes, 19 de agosto de 2008

CATORCE


Sábado por la noche: Resulta que mi amiga Viviana decidió darse una vueltita desde Manoa, y sin ningún miramiento hacia mi concepción -confesa por cierto- de la vida, me puso de cara a la gigantesca tarea de hallar, en el fondo de mi espíritu en quebranto, catorce (¡CATORCE!) pequeñas cosas que me hagan feliz.


Como a pesar de mis constantes lamentos también me considero íntimo amigo de las grandes epopeyas, me calzo la escafandra y las patas de rana y me sumerjo sin condiciones en las profundidades de mi ser. Si Dios y la suerte me acompañan emergeré en tiempo y forma con catorce verdades recolectadas en el corazón del alma, o -por lo menos- con catorce mentiras piadosas raspadas en las paredes del intestino delgado.


Martes por la mañana: He vuelto. Y estoy en posesión de aquello que me ha sido requerido.


Primero cumplo con algunos requisitos de forma:


1- Copiar las reglas.


2- Escribir catorce pequeñas cosas que me hacen feliz.


3- Seleccionar seis blogs para que sigan con el meme y avisarles. Esto no lo voy a cumplir porque conozco muy poquitos blogs y me da cosita golpear la puerta. Sin embargo, para no dejar la cosa inconclusa, sugiero la misma solución que este ingenioso escapista encontró en su momento: Renegado


A lo nuestro.


Aclaración previa: No voy a incluir aquí ninguna actividad que involucre a mi pequeña hija, porque esa felicidad es una felicidad obvia. Y tampoco pienso mencionar -por las mismas razones- intercambios sexuales de ninguna clase.


Paso a enumerar:


1- Comer un asado hecho por mí.


2- Leer un libro cuando debería estar trabajando.


3- Tomar un buen Rioja en grata compañía.


4- Ir a la playa de sol a sol. Por supuesto, para que esto me haga verdaderamente feliz, no puede haber más de cinco personas en cien metros a la redonda.


5- Un cuarto kilo de helado de banana.


6- Las sobremesas familiares de los domigos al mediodía. Si duran más de cuatro horas, mejor. Y si se logra hacer el puente con la cena, felicidad completa.


7- Escribir un buen cuento.


8- Que me salga la luz verde en la aduana de cualquier aeropuerto.


9- El chavo del ocho. No es necesario verlo en la tele. El chavo en sí mismo me hace feliz. Un afiche o un muñequito son más que suficientes.


10- Hacer un gol (cada vez hago menos).


11- Las ruinas mayas de Tikal.


12- Comprar nuevas herramientas para mi súper caja. Lo curioso es que soy horrendo para todo lo que implique mejorar la salud de las cosas del hogar. De hecho casi nunca las uso.


13- Los silencios prolongados.


14- Tomar otro buen Rioja. Pero esta vez solo.


Muchas gracias,

16 comentarios:

La sabiduría de Pato dijo...

Está bueno de vez en cuando ponerse a pensar qué cosas son las que nos hacen feliz. Yo soy de los que piensa que la felicidad no es un sentimiento que una vez que lo agarrás ya está, ya sos feliz, llegaste y cruzaste el límite de la felicidad y de ahí en adelante sos feliz para siempre (como los clásicos cuentos en los que comen perdices), sino más bien que la felicidad se vive de a ratos, que tenemos nuestros lapsos en el que podemos decir que realmente somos felices, hasta que te caga una paloma en la cabeza, o te fijas cuánto te vino la luz. Pero esos momentos son irremplazables, son increíbles y tener un listado de 14 puntos sobre qué hacer cuando estás medio bajón es copado, aunque poco, deberíamos tener un listadito de unas 200 cosas en la puerta de la heladera, cosa que si ves que no llegás a fin de mes y tenés que comer arroz solo los últimos 4 días, sabés exactamente qué hacer para que todo eso, por más que te empolves los testículos con cocaína y te encierren en una jaula con Maradona, no te pueda chupar más un huevo (pardo my french, es que debía decirlo).

Saludos!

capitanfla dijo...

"Los silencios prolongados".


Sepa que lo aprecio cada vez más.

Estrella dijo...

Vengo, también, por "los silencios prolongados". Me parece que estamos viviendo un poco embarullados.

Little Butterfly dijo...

Coincido con la Sabiduria de Pato, estos memes al prinicipio son pesados, pero el resultado que arrojan están buenos.

Te ayuda a pensar y reconocer qué insignificancias te hacen feliz y a la vez nos permite conocer un poco más a Yoni Bigud, o quien escribe tras de éste.

Lo del helado de banana y la sobremesa me gustó.

Mona Loca dijo...

Yoni! qué es esto??
Hasta el más recio hace memes!!! Ya no hay esperanza.

(Bien, no se puede escapar a ciertas demandas, es cierto)

Stella dijo...

OK, no soy muy original, pero yo tambien venía por los silencios prolongados!
La pucha, me pasa por lenta, por eso me ganaron!
Será que en mi casa siempre hay mucho bochinche y por eso los valoro tanto!
Y cuando uno está en compañia, y el silencio no molesta...es lo mas!

Besoss

Yoni Bigud dijo...

Pato sabio: La felicidad son momentos, estoy muy de acuerdo con eso. Con lo de Maradona se me hace difícil parar de reírme, así que perdí la concentración en lo que le estaba diciendo.

Capitán: Me va a hacer lagrimear...

Estrella: No puedo estar más de acuerdo.

Pequeña mariposa: Creo que si uno es sincero, estas actividades revelan muchísimas cosas que están ahí todo el tiempo sin que nadie las vea.
Todos tenemos a nuestro Anakin escondido detrás de Vader. Algunos de forma más literal que otros.

Mona: Shhhhh!!! Flaco favor me hace al abrir los ojos del vulgo.

Stella: ¿Notó que el silencio es muy popular entre la gente? Yo sí. Y entonces me pregunto por qué hay tanto ruido ahí afuera.

Un saludo,

Claude dijo...

Me gustó mucho su letanía de felicidades, incluso las que nunca desearía para mí pero sí para Ud., como esa que implica tener que hacer un asado: ¡es mucho trabajo!

Fernan dijo...

Lo de los silencios me gusta... la verdad que hay muy poca gente capas de sentirse a gusto con un silencio...

El rioja no sabria decirle, prefiero un buen malbec o merlot.


Salud!

Anónimo dijo...

al helado tirele algun gustito más, por ejemplo chocolate amargo. No sea idem.

Vill Gates dijo...

Che comparto, menos el helado de banana, cambio por chocolate o dulce de leche.
El chavo, no sé por qué me pone un poco triste. Será que lo veo medio desamparado y sin casa.
Lo de las herramientas en curioso, me quedo pegado en la vidrieras mirándolas aunque no sepa para que sirven.

no tan iguales dijo...

Me encantó la última: otro vinito, pero solo.

A propósito de tu comentario en lo de Bugman sobre los niños de doce años y Mötley Crüe (que me hizo morir de risa), te cuento que fui a ver a Judas Priest de tacos y no sólo no me pasó nada sino que hasta me sorprendió la tranquilidad del público (a pesar del aspecto que presentaba el 98% de ellos). Muy tranquilo, tirando a amargo.

Yoni Bigud dijo...

Claude: Pero es uno de los únicos trabajos que salen mejor si uno se chupa un tinto por el camino.

Fernan: Y por qué no un cabernet...

Anónimo: ¿Que no sea qué cosa? ¿chocolate? :)

Vill: ¿Vio lo que es este asunto de las herramientas? Un misterio. Enseguida uno se cree Bob el constructor.

NTI: No me haga acordar del sobrino por favor. :)
Gracias por prestar atención a un comentario tan largo como el que le puse al señor Bugman. Tenía que desahogarme vio...
Yo creo, de todos modos, que en determinados ambientes un varón genera más hostilidad que una mujer.
Entre medio de ese elemento no es lo mismo una nena con tacos que un borrego lleno de pornocos que se cree lindo y para colmo se saca fotos.

Un saludo a todos,

m. dijo...

la del helado de banana como que me enterneció, no sé, me estoy poniendo vieja. Y la del chavo. ah, las pequeñas cosas...

Yoni Bigud dijo...

m.: El chavo es grande. Muy grande. Enorme.
Pase el helado.

Un saludo,

no tan iguales dijo...

Me morí con tu respuesta: lo de nena corre por tu cuenta, tenía casi 40 jajaajajaaaaaaaaa!!!