Síntesis del post: Antojo. Mentes brillantes. Numeritos.
Llego a la panadería arrastrado por un antojo. No es un antojo cualquiera; es uno de esos que cuando se instalan, resulta virtualmente imposible hacer oídos sordos. Lo que quiero, hoy que el sol prefirió no salir, hoy que las baldosas de la vereda esconden pequeñas trampas de agua ávidas de zapatos incautos, son cuatro medialunas de grasa. Ni tres ni cinco. Cuatro.
Como es un día laborable, el local está desierto. Me puedo dar el lujo de ponderar el aspecto de cada factura, y elegir las que más se adecuen a mi gusto. Un extraño privilegio que no voy a desaprovechar.
La señorita encargada de la atención me indaga con la mirada mientras se acomoda una cofia blanca gracias a la cual luce bastante ridícula.
“Cuatro medialunas de grasa”, le digo con una de mis mejores sonrisas.
“Sacá un numerito por favor”, me contesta ella apuntando con la pinza hacia el rincón al que me debo dirigir.
La miro algo dubitativo. Doy una vuelta en redondo y confirmo –si es que hacía alguna falta- que el local es un páramo. Está ella, estoy yo y está otra señorita con cofia que al momento de mi ingreso se encontraba ocupada en relatarle una serie de desventuras amorosas acodada en el mostrador.
Retrocedo cinco o seis pasos y me hago con el bendito número. Cuando regreso a mi posición, la señorita me somete a una nueva indagatoria visual. Yo también la miro, otra vez algo dubitativo, pero no cabe duda de que según su óptica la pelota está de mi lado.
“Cuatro medialunas de grasa, ya te había pedido”, digo con las dos cejas levantadas como preguntando si es estúpida o si la cofia le aprieta demasiado las venitas del sien.
Ella me ignora y mete en una bolsita de papel justo las cuatro unidades que yo había seleccionado mentalmente. Algo es algo.
“Son cinco pesos, en la caja te cobran”, me informa al tiempo que anota un cinco grandote y algo deforme al dorso del número.
El mostrador tiene la forma de una herradura, y la caja se encuentra en la otra ala, cuatro pasos a mis espaldas. Vuelvo sobre mí mismo y me acerco billetera en mano, mientras la otra señorita, la de las desventuras amorosas, da toda la vuelta por detrás del sector de las masas y los panes.
“¿Vos qué tenías?”, pregunta como si recién se hubiera corrido un telón imaginario.
Otra vez miro. Otra vez la duda, aunque ahora mezclada con algo de consternación.
“Cuatro medialunas de grasa, las acabo de pedir adelante tuyo”, le explico con las cejas más levantadas que antes, seguro de que esta es más estúpida que la otra, o le aprieta más la cofia.
Me ignora.
“¿El numerito?”, pregunta con la mano extendida.
Increíble. Fantástico. Las probabilidades de que no sepa cuánto cuesta cada factura son casi nulas. Me inclino más hacia la idea de que no sabe multiplicar ese número por cuatro. Puede que sepa por seis o por doce, las operaciones más habituales; pero no por cuatro.
Le doy el numerito y se toma unos segundos para estudiar el cinco grandote y deforme. Luego me cobra y saluda cortésmente.
Me retiro de la panadería en el preciso instante en que ingresa una señora. A través del vidrio percibo una nota de desconcierto en su semblante. La observo mientras da una vuelta en redondo, y también mientras retrocede hacia el rincón de los números con una mueca de espanto.
Y me río. Sí, me río porque sé que aún debe hacerle frente a una cofia más apretada. Y porque me dieron cinco medialunas en vez de cuatro.
Tengan ustedes muy buenas noches.
32 comentarios:
Ay, Yoni.
Es que...¿qué número multiplicado por 4 da 5? Es re-difícil. Creo que por prefirió darle 5 medialunas en vez de 4.
( "es con coma" diría la monita mediana)
Yo lo hubiera hecho, dejamos en un peso la unidá y listo.
Lo mío no es la matemática.
jaja!
de las cosas que tomadas con humor hacen que las 5x4 no pateen el higado!
Cosas de este mundo Yoni
Abrazo
Mirà yo le encuentro una explicaciòn:
A veces falta plata en la caja, y se echan la culpa la una a la otra. "Que vos diste mal el vuelto" "Que vos me dijiste 10 pesos, y eran 12".
Entonces, la primera mina te pide el nùmero, pero solo para escribir el importe, y que quede una constancia de que ella cobrò lo justo. Si despuès falta plata, es problema de la otra.
Claro que, por lo visto, se enamorò locamente de vos, y te regalò una factura.
El amor es màs fuerte.
jajajajaaaaaa si no te reís en esas situaciones, terminás preso por arrojamiento de cofia con con cabeza adentro!!!!
Disfrute su medialuna extra!!!
Me parece que esas chicas te pretenden, te echaron el ojo y toda la ceremonia fue una manera de retenerte. Cerrá los ojos e imaginate teniendo un menage a trois, las cofias cayendo, las manos enharinadas dejando huellas en las nalgas de...
Perdón, me dejé llevar.
Coincido con "El Mostro"!!
Usté entró ¡¡y las obnubiló por completo!!
Hágase cargo de es sus encantos, señor!!
Mire, cómo será lo suyo, que en mi caso, ya estaría poniendo una panadería ¡¡solo para que usté viniera a comprar 4 mediaslunas de grasa!!
Saludazos!
Eso es lo que yo llamo una justa reparación!!! Buen provecho!!
¡Malditas! ¡Además arruinaron su antojo con una medialuna extra!
Ay, qué rabia, como si la estuviera viendo: los gestos, la mirada, ¡¡la cofia!!
Además, me dieron ganas de comer dos (dos, no una ni tres) medialunas de grasa. O de manteca mejor.
jajajaja!!! Sí, evidentemente es la cofia. jajaja! Bueno, imagine estar usted todos los días con una cofia en la cabeza. Y en verano!
En la panadería que tengo cerca de casa no usan cofia. Las empleadas están indignadas con el precio de las medialunas de grasa en relación al tamaño y por eso, sin que lo pida, me ponen más de las que voy a llevar (a escondidas del jefe que está en la caja).
Yo creo que le tienen fastidio al tipo porque, a pesar que reconozco que no tengo vueltas en quejarme (ya lo ha visto en mi blog), esta vez no había dicho nada. Además no tengo una relación amistosa ni nada con las empleadas. Mis amigos, en cambio, son los kioskeros del barrio y los que atienden en los Havanna. ;P
Besos
Es que la quinta medialuna era para miiiii
bueno, ser atendido por idiotas puede tener sus cosas buenas
Yoni, usted no entiende. Hay un procedimiento. Si se ponen a hacer excepciones cuando hay poca gente, se juntan cuatro y es el caos.
Y después resulta que para qué se va a lavar las manos el cirujano si es una operación de dos minutos, y no vale la pena que pare en el semáforo si total no viene nadie y entonces se produce la desintegración del tejido social, los hijos se vuelven contra los padres y cuando llegue el momento de decir "aquí estamos", no va a haber nadie.
Y devuelva esa medialuna. Vándalo.
Coincido con Lady Marian, es el conocido "efecto cofia".
O será como dijeron mas arriba que las obnubiló con su encanto y esa voz de teleteatro mexicano pidiendo "cuatro medialunas de grasa por favor".
A propósito, que hizo con la 5ta medialuna? No me la pasa?
=D
ajjajajajajjajaja
la grasa la pusieron toda en la comida y le perdieron de masa encefálica (?). Parece una panadería del estado...como en el lugar que yo trabajo...no varía en demasía de lo que ud. mi querido caballero, ha relatado.
genial.
besos
Ah la buRRocracia! de terror!
Veo cada día que tenemos más cosas en común..el amor al vino tinto..las medialunas de grasa..
¿Le gustan las cremonas y cremonitas?
abrazo
tengo una tara espantosa con las medialunas: no se reconocer cuales son las de grasa y cuales las de manteca. Hay gente que las reconoce como LAS DULCES o LAS SALADAS pero para mi son LAS GORDAS o LAS FLACAS.
5 medialunas es un montòn!! 3 es poco.. ahí tiene razòn: 4 es EL nùmero.
A ese tipo de gente yo la denomino GENTE PC: son idiotas ùtiles.
Ahora me dieron ganas de comer sanguchitos de pan de miga negro, jamòn crudo y manteca!!
Y... 18.
Estoy en todo, por diossss, estoy en todo.
Mañana charlamos.
Un saludo.
completamente de acuerdo con Mona Loca, con El Gaucho Santillán y con Bugman. (si, si a veces padezco ciertas crisis de personalidad) de todos modos, sumaré algo: o bien, las medialunas cuestan un peso, y le dieron 5, porque son fanáticas de los números redondos. O bien, enamoradas y enajenadas como estaban creyeron leer en sus cejas en alza una pronta promesa de regreso:
Esther: este vuelve seguro, viste la cara de hambre que tenía...
Mariángeles: o viene a devolver la que le dimos de más o viene seguido porque acá a los churros le damos un extra...
("o si la cofia le aprieta demasiado las venitas del sien." me puedo quedar con esta frase?)
me parece que si bien la cofia puede causar estragos, esas chicas están presionadas pero por otro lado, o sea control interno del local que por "seguridad" a veces se inventan este tipo de cosas que vistas del otro lado del mostrador son como usted las cuenta.
no que eran cuatro las media lunas que quería??ni cinco, ni tres, dijo
que feito eso,todo un glotón
besos y que tenga buen día
Lo único que le digo es que ha provocado en mi a esta hora un antojo DEVASTADOR, de mediaslunas que encima, son mi locura a cualquier hora, ahora no se que voy a hacer porque no tengo panadería cerca y no pienso salir.
Las tostadas con manteca y dulce me parecen ahora como comer ladrillos.
Y algunas empleadas públicas son realmente un caso aparte
Besote!
Fue con yapa!!! practicamente ya no existe eso de : fue con yapa.
Me dio ganas de comer medialunas con jamon y queso, mmmmmmmmmmmm.
No son mucho 4?
Pero era antojo de 4 medialunas; ni 3 ni 5. ¿Qué hizo al respecto?
escuche: usté es un tipo de suerte; mire esa señora, víctima inocente de la que pudo valerse su autoestima.
(aunque no haya que apoyarse en los otros, hágalo en la señora, que yo le doy permiso).
salú, Joni!
y 25.
como aun no entiendo el juego, me tomo la licencia.
jap jap
Don Yoni:
Le podría decir que mire el lado positivo de la situación..
Le podría decir que tanta injusticia y maltrato tiene su recompensa..
Le podría decir que la gente que atiende al público no sabe tratar a la gente..
Pero solo me voy a limitar a decirle que usté claramente tenía antojo de 4 medialunas de grasa, por lo tanto, y como tiene un excedente y para que no se sienta estafado en su antojo, le acepto la quinta medialuna.
Dejela arriba de mi escritorio mientras me preparo el café..
(también podría decirle que usté las dejó hechas polvo(cuack), con su figura imponente.. pero mepa que no queda muy fino, no? :P)
Besoss!!♥♥
Estoy con Bugman (de acuerdo con él quiero decir) las cosas se hacen de una manera y no de otra. Dígame estructurada si quiere (vamos dígame!)y no se va a equivocar.
Peeero además hay una cuestión extra.Cuando uno está aburrido, pero bien aburrido, y encima entra un cliente que te viene a interrumpir la charla dominguera (no importa que sea miércoles), de algún modo te la cobrás. Por ejemplo, haciendo pasear al cliente por todo el local...total! para que uno le de las medialunas va a hacer lo que sea necesario!
Yo que las cofia's girls le hubiera pedido además que con el numerito en alto se bailara una polca, ahí nomás...y después si le entregaba el pedido.
Con una medialuna de más por supuesto, taaan malvada no soy!
Excelente.un saludo
Mona: Al igual que su monita mediana, yo tampoco sé dividir con coma. Me cuesta mucho.
Magah: Sin duda un mundo extraño.
Gaucho: Entiendo su punto, pero eso no explica la falta de memoria en cuanto al pedido.
Y sí... tengo ese efecto.
eMe: Ganas no me faltaron.
Mostro: Me imagino, sí. Pero siempre me quedo en eso.
Candorosa: Después páseme la dirección del local :)
Marina: Justa y necesaria.
Señor Pablo: Perversas...
Estrella: No se prive.
LadyMarian: Cómo quisiera yo toparme con empleadas así.
Stella: Ni lo sueñe.
Cuello de pavo: Claro que sí. Medialunas extra.
Señor Bugman: Comprendo. Sin embargo le digo que, en efecto, aquí no había nadie.
Estaba pensando regalársela a usted a cambio de un cubículo más amplio.
Any: Creo que voy a hacer un sorteo.
Alelí: Exacto. Una panadería subsidiada por De Vido.
Minombresabeahierba: No sé lo que son las cremonas, pero seguro que me gustan.
Gabriela: Todas son categorías mentales. Lo importante es saber que siempre engordan. No así los sanguchitos de crudo, pero sin manteca.
Wendy balsam: Bienvenida. Me gusta pensar que vieron una promesa en mis cejas. Si me van a dar extras cada vez que voy, talvez la cumplo.
Me gusta más Mariángeles que Esther. ¿Cree que me dará bola?
Laura: Insisto en que si estaban presionadas por algo, era por la cofia.
Me la comí, echando por tierra mi antojo original.
Marina: Vaya y compre cuatro. Las tostadas no se comparan.
Estas inútiles son -no confundamos los tantos- empleadas privadas. Aunque como usté bien señala, las públicas son de terror.
Anita: A mí también. Una feta de cocido y dos de queso. Luego al microondas.
Nunca son muchas.
Samain: Nada. Me las comí, y modifiqué mi antojo.
miralunas: Con autorización es otra cosa. Entonces sí.
miralunas: Muchas gracias. El asunto consiste en no dejar nunca ni 13 ni 17 comentarios.
Fabiana: Llega tarde. Ya las pasé por las armas. A las medialunas me refiero eh.
Ouchurus: Es probable que lo molesto de mi presencia haya sido la interrupción de la novela de la tarde.
Si me viera bailar polca, no me daría medialunas extra. Eso se lo aseguro.
Un saludo.
UH!!
QUE CAGADA !!!
porque su antojo era de 4 medialunas...no de 5
como me molesta esta cofia que llevo hoy
a lo mejor lo hicieron sufrir asi para darle de premio la medialuna numero 5, o quizas todo sea producto de las cofias apretadas
Señor Briks: Uno debe estar preparado para modificar sus antojos.
María Luján: Un misterio que ya no podremos develar.
Un saludo.
Imaginese una rosca hojaldrada hecha con grasa, equivalente a dos docenas de medialunas de grasa.
abrazo
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