Extraña sucesión de infortunios que, poco a poco, fueron minando mi voluntad hasta transformar aquel viejo anhelo de triunfo en esta pacífica convivencia con el fracaso.

martes, 29 de noviembre de 2011

YA NO TE QUIERO, APUESTO MARINERO.

Síntesis del post: Dos señoras. Charla. Disfraz. Carmelo. Alférez de navío. Dos amores. Elección. Fuga.



‘Ay Cuqui, no sabés qué desilusión fue para mí abrir la puerta de calle y encontrármelo hecho un ovillo sobre los muslos de ese señor tan fornido. Fue muy impresionante, empezó a balbucear como un nene al tiempo que se abotonaba la camisa y rastreaba de reojo la ubicación exacta de sus pantalones’.

La presente conversación (o monólogo, o confesión) entre estas dos coquetas señoras entradas en años y en carnes la escuché yo el día sábado por la tarde en el colorido jardín de una casa de fin de semana en un barrio privado al norte de la capital federal. O Ciudad Autónoma de Buenos Aires, como usted prefiera.

¿Cómo dice?

No, no tengo el placer de conocerlas.

¿Que entonces qué diablos hacía yo ahí y cómo logré escuchar la conversación?

Muy simple. Me disfracé de pino, con todo y piñas, y aporté una generosa provisión de sombra bajo la cual estas simpáticas damas tomaron té y abrieron sus corazones. Sepa que yo el trabajo de campo me lo tomo muy en serio. Tengo muchos recursos y una frondosa inventiva (en este caso podría agregar que el adjetivo es literal).

Ahora vayamos a lo nuestro sin más, que el tiempo es tirano y el calor aprieta.

‘Menos mal que el otro degenerado mantuvo la calma y tomó las riendas de la situación, que si no los mato a los dos ahí mismo, Cuqui.

Alférez de navío Raúl Ángel González, me dijo. Y me tendió la mano. Ay Cuqui, vieras qué impronta, qué vozarrón y que seguridad en sí mismo. No supe qué contestar, así que al final también me presenté, no fuera cosa de andar ofendiendo sin motivos válidos.

Rosa María Belmonte, le dije. La esposa de su amiguito. Sí, ese que está tratando de ponerse los pantalones.

Estaba tirado en el piso, todo enroscado, con los pantalones a media pierna y babeando como un chico, el muy infeliz. Decí que el alférez de navío Raúl Ángel González no me soltaba la mano, que si no le hubiera partido un florero por la cabeza’.

Llegado ese punto de la confesión debo consignar que me distraje un poco. Es que Carmelo, el rottweiler de Cuqui, ya albergaba justificadas sospechas sobre mi verdadera condición, y escarbaba justo en la base de mi disfraz emitiendo al mismo tiempo unos gruñidos que se me antojaron muy poco amistosos. Entonces apunté lo mejor que pude y le arrojé una de las piñas que colgaban de mi brazo derecho, que hacía las veces de rama. Por fortuna el proyectil dio en el blanco y el animal se enfureció de tal modo que obligó a su dueña a recluirlo dentro de la casa.

‘Señora, el gusto de conocerla. No era mi intención que el encuentro se diera en circunstancias tan aciagas, pero ya que el destino nos ha jugado a ambos esta mala pasada, aprovecho para confesarle que entre su marido y yo ocurren cosas hermosas. Cosas que, hablando ahora a título estrictamente personal, no he sabido, no he podido o no he querido reprimir.

Eso me dijo, Cuqui. El alférez de navío Raúl Ángel González. Con esa impronta, ese vozarrón y esa seguridad en sí mismo.

Te voy a arrancar la cabeza.

Eso le dije, Cuqui. No al alférez de navío Raúl Ángel González, que es un caballerazo de esos que ya no quedan, sino al otro impresentable. Sí, a ese que no quiero nombrar.

Andate si querés, andate ahora mismo con este señor tan bien plantado, con su grado militar, sus ojos negros y sus bigotazos peinados con cepillo. Y que seas muy feliz. Ahora veo por qué no me tocabas un pelo hace meses. Pero te advierto una cosa: si te vas, ni se te ocurra volver. Una persona decente se hace cargo de sus amores y los defiende hasta las últimas consecuencias. Así que elegí, sátrapa. Es el alférez de navío Raúl Ángel González o el ama de casa Rosa María Belmonte.

Todo eso le dije, Cuqui. Y siempre con esa cara de rabia que pongo cuando estoy enojadísima, aunque por dentro tenía unas ganas de largarme a llorar que ni te cuento.

Y se quedó callado, Cuqui. El muy cobarde. Ni siquiera fue capaz de alzar la vista mientras el alférez de navío Raúl Ángel González ganaba la calle y le decía, bichito, es hora de que yo regrese a mi corbeta, y si me querés seguir, adelante, que nos espera el mundo.

Bichito le dijo, Cuqui. Bichito. Pero bichito no lo siguió nada. Se quedó gimoteando en el sillón, cubriéndose el rostro con las palmas de las manos mientras me pedía perdón. Porque te digo una cosa Cuqui: un amor es un amor, pero otro amor es otro amor. Y yo no tendré una corbeta ni me estará esperando el mundo a la vuelta de la esquina, pero amaso unos ravioles que son para chuparse los dedos.

Ay Cuqui, pobre hombre. No bichito, sino el alférez de navío Raúl Ángel González. Debe tener el corazón destrozado. Y en cierta forma lo entiendo, porque un caballero como él no se merecía ese desaire, ese silencio, esa indecisión de parte de su bichito. Porque como te digo una cosa te digo la otra: yo entre un morochón que me ofrece el mundo y una cincuentona que amenaza con romperme la cabeza, me quedo con el morochón sin dudarlo. Pero bueno Cuqui, las decisiones son personales y la gente es muy rara. Uno nunca sabe qué les pasa por la cabeza a la hora de elegir sus prioridades.

Ay Cuqui, qué calor madre. Y es que esto de charlar a rayo de sol en pleno verano es medio insalubre.

Oíme Cuqui, no te quiero alarmar, pero juraría que ese pino tan bonito que nos mantuvo fresquitas todo este rato acaba de ganar la calle.

Sí, como el alférez de navío Raúl Ángel González. Pobre hombre, no me hagas acordar que se me caen las lagrimitas.’


Tengan ustedes muy buenas noches.

31 comentarios:

Zeithgeist dijo...

JAAAJAJAJ adoro tu descripcion de conversas.. me ennncantan!
xD

Aprovecho para declarar algo q guardo hace tiempo, relacionado con el post:
YO SIEMPRE SUPE Q EL PAPA DE MI AMIGUITA DE LA INFANCIA, MI VECINO, ESE SENIOR Q VOLVIA DE TRABAJAR, SE PONIA SHORTCITOS AJUSTADOS Y AGARRABA LA ASPIRADORA CANTANDO A GRITO PELADO THRILLER, CUAL AMA DE CASA DESESPERADA, ERA PUTO!
Pero claro, nadie le creia a una borrega de diez anios.. nadie me creia entendes?? hasta q lo agarraron con la cabeza entre las piernas de NO-EXACTAMENTE-SU-MUJER.
Cosas de la vida...

Anónimo dijo...

Don Yoni

Ud. no tiene lìmites, lo sabe verdad?? a estas alturas de leer sus relatos dudo si esto es por placer, o ud.trabaja para algùn organismo de inteligencia.

Madre santìsima.!! el amor tiene aristas insospechadas, darle a elegir a un marido que sabe que le gustan los tipos, es el otro o yo..??

Cuantas historias extrañas hay, justamente el otro dìa me contaron unos vecinos de una casa que pertence a la fia. donde paso algunas veces a buscar boletas de luz, pagar expensas y esas cosas, hay un matrimonio muy moderno, la sra. vive con su marido y su amante, el sr. obivamente tiene su pareja " hombre " cama afuera, luego dicen que eso pasa en la gente joven, pero estas personas ya estàn tocando los 60 años, si es que no los pasan.

Pobre Yoni... como habrà sufrido con ese traje de pinito al rayo del sol, me hace acordar a las empanadas bailarinas, jaja.!!

Como siempre es un placer leer sus historias, lo puedo contratar para diciembre ?? necesito que se disfrace de CPU, perchero o biblioteca, quiero que se meta en la oficina de mis superiores, necesito saber cuanto hay de aumento para mi, luego arreglamos honorarios.

Me avisa.??

Un abrazo.

El Mostro dijo...

Yoni, esto es periodismo verdad. Una tonta la Rosa, podría haber iniciado una hermosa troika, ella, su marido y el alférez de navío Raúl Ángel González.
No faltará oportunidad.

Saludos.

p/s: Z miente, no era Thriller, era I WANT TO BREAK FREE.

Anónimo dijo...

esto me demuestra(vio? a mi tambien me paso eso, lo de mostrativo digo)que no todas somos iguales, que no importa la edad o condicion y que habemos mujeres bien comprensivas

impecable todo, hasta la abstinencia de respuestas por parte de Cuqui estuvo acertada

un saludo, Don





el adjetivo, m'as literal que nunca

Bugman dijo...

Oiga, no existe tal cosa como un "Alférez de Navío". Ese hombre es un impostor.

Nefertiti dijo...

Una vez fui testigo de una una declaración hecha por una señora copetuda de unos 50 años, frente a varias personas, en la cual declaraba más o menos que "una canita al aire le perdono, porque imaginate... yo nunca trabajé en mi vida, y con él tengo una vida comodísima, en la cual no muevo un dedo y me la paso viajando. A esta altura de mi vida ¿voy a cambiar eso?"
No puedo reproducir aquí mi respuesta...

Yoni Bigud dijo...

Zeithgeist: Ya los shortcitos ajustados y la aspiradora daban para sospechar algo, incluso con armas más precarias que las de una niña de 10 años. La gente ve lo que desea ver. Hasta que se encuentra con ese cuadro, claro está.
Muchas gracias a usté.

VER: No voy a confesar para quién trabajo. No insista.
Tengo disfraz de perchero vea. Pero le advierto que me va a tener que pagar el servicio. Piénselo, tal vez se le va el aumento en eso.
Muchas gracias a usté.

Mostro: Es cierto, hay gente que no tiene inventiva.
Era ese tema, sin duda.
Muchas gracias a usté.

laura: No todas son iguales, eso está claro. Hay para todos los gustos.
Muchas gracias a usté.

Señor Bugman: ¿Se da cuenta? No se puede confiar en nadie...
A lo mejor no tenía ni un botecito de remos.

Nefertiti: Como siempre digo, cada pareja encuentra su punto de equilibrio. El que usté describe es bastante frecuente, pero hay otros mucho más bizarros.
Muchas gracias a usté.


Un saludo.

El Gaucho Santillán dijo...

Que bueno.

Gran relato, realmente.

El teniente sufrirà males de amores, eso es seguro.

Un abrazo.

Dany dijo...

Lo peor le tocó a la Cuqui. Soportar esa conversación, a su amiga, al calor, al perro y al falso árbol arrojador de piñas es demasiado.
Cuando yo leo la síntesis del post que ud. tan bien arma siempre pienso que la realidad le ofrece a su trabajo de campo el rango de "plena ocupación".

¿Hubo pileta o al menos asado?

Abrazo!

Pablo dijo...

Ay ay ay, de estas historias conozco varias. Una de hace unos años, el marido de mi madrina. El tipo tenía actitudes sospechosas y la mujer lo hizo seguir, resulta que unas veces iban señoritas a su estudio... otras iban él y su socio a un lugar de citas de chicas de vida licenciosa. Cuando la mujer se disponía a caparlo, el tipo que lo seguía le pasa una nueva información: habían dejado de ir con el socio por ahí a buscar mujeres, se arreglaban entre ellos!

Muy divertido el relato!

Abrazo

Esilleviana dijo...

jajaja
es cierto, todas tus historias (o la mayoría) son así: absurdas, incoherentes, descabelladas y divertidas.

para empezar no sé como resististe tanto tiempo al sol con el gruñido del perro cerca de tus pies; también me sorprende lo solidarias y comprensivas que llegamos a ser las mujeres... es enfermizo!!! jaja
pero es que el pobre R. Ángel González se fue tan tistre y tan rápido que no permitió al bichito reflexionar acerca de qué era lo más conveniente para el esposo de la amiga de Cuqui.

un abrazo
:))

Elvis dijo...

Animalito, tirarle con una piña sólo porque estaba haciendo lo que estuviera haciendo...
Un abrazo.

AliZe dijo...

Sr Yoni,

Hacerme la imaginacion de usted como un Sr Pino, me dio demasiada gracia jajajaja, sobre toda la parte del pobre perrito...
Esa Impronta, ese vozarron, ese porte era muy claro que la partera no dijo Macho cuando lo vio nacer!
Lo que mas me asusta de este relato, es la cantidad de tipos que no salen del closet ( porque cada vez hay mas y doy fe de eso) y mantienen una doble vida porque no tienen los cojones para asumir sus gustos sexuales...
Muacksss

Etienne dijo...

....y 14!

Etienne dijo...

Gustos son gustos dijo una señora cogotuda de Barrio Norte y se estaba armando un rollito de moco entre el dedo índice y el pulgar...
Respetemos la elección de Bichito, que ya habrá sido suficiente condena soportar a la ama de casa y dejar ir libre a su alma gemela!
Aunque se podría haber evitado el mal trago alquilando una habitación por dos horas, mecachoendié!
Abrazos!!

Fabiana dijo...

Don Yoni:

Vea, si yo fuera el bichito, que no lo soy, y me tuviera que aguantar a Rosa María Belmonte también me hago trolo.. :S

Y puestos a dar a conocer las elecciones que uno hace, no hay alférez de navío que pueda compararse con unos buenos ravioles caseros(si yo fuera bichito, que no lo soy..)
Cuqui: una grosa, bancarse semejante relato y no decir palabra(cuando da para pegarle a la susodicha Rosa María como adentro de un mitón..). Esas son amigas!

Lo suyo personalizando a un pino: un trabajo impecable.

espero que el pichicho no lo haya bautizado antes de que lo retiren del lugar.. :P

Le dejo un beso. =D

Martín dijo...

Si el marido se hubiese ido con el Alférez, seguro la señora hubiera dicho: Se fué el muy puto.
Son todas iguales.

Martín dijo...

y 18.

Ya sabe.

Minombresabeahierba dijo...

Mire, a mi esa imagen del ovillo me inspiró ternura.

La circunstancias habrá sido aciaga pero no aciegas.

Abrazo

Yoni Bigud dijo...

Gaucho: Teniente, eso es. Y sí, sufrirá.
Muchas gracias a usté.

Señor Dany: Pileta no. Había asado, pero no llegué a pescar nada con las ramas.
Muchas gracias a usté.

Pablo: Y, es que tanta joda invita a experimentar cosas nuevas.

Esilleviana: Son comprensivas, sí. Y solidarias, por qué no. Pero no me venga con que no cobran el precio en oro.
Muchas gracias a usté.

Elvis: Era mi deber y salvación.

JeSs: Sepa comprender, no todos encuentran a su alférez de navío para que los ayude a salir.
Muchas gracias a usté.

Etienne: Bien ahí.

Etienne: Supongo que bichito habrá pensado en una habitación, pero usté sabe cómo es esto, cuando la naturaleza llama, llama.
Muchas gracias a usté.

Fabiana: Ah ¿ve? Una cosa es cruzar de vereda y otra bien distinta dejar los ravioles caseros. Es una decisión difícil.
No, no me bautizó. El proyectil lo alcanzó a tiempo.
Muchas gracias a usté.

Shimmy: Ah sí, son todas iguales. No hay alférez que les venga bien.

Shimmy: Bien ahí.

Hierba: Supongo que habrá sido una escena muy romántica, sí.
Muchas gracias a usté, y feliz regreso (si es que volvió).


Un saludo.

Damaduende dijo...

Que difícil, hombre... No sé qué decirle. Porque se ve que si Bichito hubiera estado enamorado se hubiera ido atrás del Alferéz, pero le pesaron mas los ravioles... Así que en lo que a mí respecta se merece los ravioles y espero que el Alferez encuentre alguien más a quien ofrecerle el mundo. Con ese vozarrón y esa impronta enseguida encuentra, no me cabe la menor duda.

Lelé dijo...

Insisto: el nivel que ha alcanzado con su trabajo de campo amerita una beca estatal de por lo menos 30 años, con vacaciones pagas y bono a fin de año.

Caro Pé dijo...

Yo quiero ser espía, detective, si.
Soy muy curiosa, demasiado.
Buena historia Sr.
saludoss!

Caro Pé dijo...

Quiero estar en todos lados.
y 24!

Emoción dijo...

Impresionante captación la que su oído, ¿o debo decir perdón, el nudo de ese tronco?
Sigo admirada de su ingenio a la hora del trabajo de campo.

Any dijo...

El trabajo de campo está alcanzando límites insospechados. No, yo de pino al rayo del sol no me disfrazo, con el calor que hizo el finde ... de pileta me hubiera disfrazado.
Menos mal que a Carmelo solo se le ocurrió escarbar y no levantar la pata por ejemplo ... .
Yo con un bigotudo que le dice bichito al pusilánime de mi marido no voy ni a la esquina. Y con mi marido tampoco quiero saber mas nada. Mejor sola que con semejantes compañías.
Quiero ver fotos del disfraz de árbol !!!
abrazo

Yoni Bigud dijo...

Damaduende: Yo creo que el amor estaba, pero a veces hay otras cosas que pesan más. Por ejemplo, unos ravioles con tuco.

Lelé: Dios la escuche. Muchas gracias a usté.

Caro Pé: Anímese. Muchas gracias a usté.

Caro Pé: Bien ahí.

Emoción: Solo cumplía con mi deber. Muchas gracias a usté.

Any: Insisto, solo cumplo con mi deber. Pero fotos no eh, no puedo revelar mis diseños o mis tácticas. Muchas gracias a usté.


Un saludo.

Mecha dijo...

Fabuloso, Lord Yoni!
Usted hace que me imagine hasta las voces. La forma de describir la conversación es tan genial, que le prometo que es como hacerlas escuchado.

También casi lo veo a Usted, aunque digo casi porque las ramas le tapaban la cara, vea.

Saludos desde Torino!

Esilleviana dijo...

Casualidad?
hoy viernes me he enterado en el trabajo de una historia real: el panadero que surte de pan en el lugar del trabajo ha abandonado a su mujer y se ha ido con un hombre; esta pareja tienen una niña de 5 años... es la comidilla del pueblo.
pero sin duda él fue valiente.

y tan caro no valemos!!!
tampoco somos tan insufribles o si??????

:))

Damaduende dijo...

Ve? Eso que le digo. Si prefiere los ravioles con tuco... se merece sólo eso, los ravioles con tuco. Yo por mi parte prefiero el mundo... y arriesgarme en que adentro del mundo, en alguna parte, alguien haga ravioles también :)

Yoni Bigud dijo...

Mecha: Sí, las ramas estaban distribuidas a conciencia. Muchas gracias a usté.

Esilleviana: Una historia cruda y sin censura la suya.
Lo de insufribles lo dice usté. Por algo será. Yo solo hago notar que el precio se paga con creces.
Muchas gracias a usté.

Damaduende: El mundo está repleto de gente que hace ravioles. Pero uno siempre tiene sus preferencias innegociables.


Un saludo.