Extraña sucesión de infortunios que, poco a poco, fueron minando mi voluntad hasta transformar aquel viejo anhelo de triunfo en esta pacífica convivencia con el fracaso.

domingo, 27 de julio de 2008

LA CHANCHA, LOS VEINTE Y LA MÁQUINA DE HACER CHORIZOS


Llego al consultorio de mi psiquiatra sumamente agitado; echando espuma por la boca. Un dibujo adusto se le instala en el semblante, y me mira como si fuera yo la materia prima de alguna de sus pesadillas, o un obtuso cobrador de impuestos ensañado con su inmueble.


- No quiero vivir más-, escupo haciendo caso omiso a su bienvenida.


Pero esa primera frase no logra el impacto que yo ambicionaba.


- ¿Por qué te querés morir?- indaga el profesional haciendo gala de un desgano esplendoroso y una monumental incomprensión de la idea.


- Yo no me quiero morir, idiota- respondo con irritación infantil-. Simplemente deseo poner fin a la acción de vivir; pero el hecho frío de la muerte me aterra.


- Lo cierto es que el paso del Ser a la Nada implica, necesariamente, un punto final; y eso es lo que el Ser Humano denomina "Muerte"- acota con ese tonito paternal que me saca de quicio.


El hombre tiene un punto; tengo que admitirlo. Sin embargo, me perturba ese reproche íntimo que le formula veladamente a mi ánimo caprichoso. Lo hace a sabiendas, con esa constante pretensión de sumirme en un silencio humilde y penitente.


- Definitivamente no me quiero morir-, concluyo arrojando a la mesa los jirones de mi argumento, y poniendo de manifiesto una claudicación inadmisible diez minutos atrás.


- Lo que vos querés es la chancha, los veinte y la máquina de hacer chorizos.


Una verdad atroz y punzante llueve sobre mi agonía.


Frente a un diagnóstico tan acabado, mi único refugio es el silencio.


7 comentarios:

Vill Gates dijo...

Un psiquiatra que habla con crudeza.
Te podría haber dicho algo así como "Bueno, en la vida, la constante es elegir, y hay cosas que se tienen que preferir a otras porque todas no son posibles, de todas formas, la elección siempre es enriquecedora..." y blah, blah, blah.

Stella dijo...

A veces, a mi tampoco me gustan los puntos finales.

Anónimo dijo...

Los psiquiatras estan para decirnos lo que nos gusta o no sirven

Yoni Bigud dijo...

Don Vill: Gracias. Lo más interesante que tienen los psiquiatras es el blah blah blah

Stella: ¿Y a quién sí? Gracias.

Anónimo: Coincido.

Un saludo,

La sabiduría de Pato dijo...

Todos buscamos siempre la chancha, los veinte y la máquina de hacer chorizos. Si nos contentáramos solo con la chancha, o con los veinte o con la máquina de hacer chorizos estaríamos dando un paso demasiado grande hacia el punto final.

Cruella De Vil dijo...

Sabrá disculpar pero a mi los galenos del coco me sublevan.
Todavía no encontré a uno al que no le fashe más que a yours truly.
A mamá mona con bananas verdes!
Pssssssst, faltaba más.
No se deje engatusar, ud. está más sanito de lo que le quieren hacer creer.

Yoni Bigud dijo...

Don pato sabio: Lo felicito por su reflexión. Por algo usted es un sabio. Gracias.

Cruella: Gracias por el apoyo. Yo siempre estoy en esa reivindicación, pero no me creen. Gracias otra vez.

Un saludo,