Extraña sucesión de infortunios que, poco a poco, fueron minando mi voluntad hasta transformar aquel viejo anhelo de triunfo en esta pacífica convivencia con el fracaso.

martes, 18 de octubre de 2011

HIENAS

Síntesis del post: Volver al subte. Decisiones. Lectura compleja. Hienas. Final trunco. Solución. Autobombo.

Hoy nos toca viajar en subte, así que les pido por favor que se aseguren de traer en la billetera, en el bolsillo o en donde sea que tengan por costumbre guardar el dinero, el peso con diez centavos que se necesita para atravesar los molinetes. Sepan que yo no mantengo vagos.

Justamente el otro día estaba pensando que hace bastante tiempo que no utilizamos este simpatiquísimo medio de transporte para hacer el trabajo de campo. Como un año y medio. O más. Pero bueno, lo cierto es que soy yo el que hace bastante tiempo que no utiliza este simpatiquísimo medio de transporte. Ni para el trabajo de campo ni para nada.

¿Cómo dice?

No. Por desgracia ello no se debe a un progreso personal. No hubo en este tiempo una evolución significativa en la escala social. Nada más lejos. Ocurre que he descubierto una serie de variantes, algunas ingeniosas y otras irresponsables, para gastar el poco dinero que poseo. Y entre las del segundo grupo se encuentra el uso del automóvil como herramienta para acceder diariamente a mi puesto de trabajo. Son decisiones que toma uno cuando se le da por pensar que es muy posible que por esta época esté promediando su triste paso por este frío cascote galáctico. Que tal vez este año, el año que viene, el mes pasado o incluso hace un lustro haya ingresado al club de los que caminaron más de lo que les queda por caminar, y entonces concluye que es hora de darse un gusto, de hacerse un mimo que opere como una compensación.

En fin… a lo nuestro sin más.

La suerte está de nuestro lado. Digo esto porque conseguimos asiento ni bien subimos al tren. Aquellos que suelen utilizar este simpatiquísimo medio de transporte —a mí ni me miren— sabrán que eso es una auténtica rareza, no importa de qué línea se trate. Es cierto que en vez de las ocho y media de la mañana son las doce del mediodía (admito que eso puede ser un factor importante), pero antes de que se alcen las primeras voces socarronas deseo aclarar que tengo un justificativo firmado por un médico para estar abriendo la persiana del boliche cuando el sol ya dibuja sus sombras más cortitas. En esto nada tienen que ver las ingeniosas o irresponsables variantes recientemente descubiertas. Y no, lo que me pasa no tiene nada que ver con el fondo de este artículo. Para usted es más que suficiente con saber que sufrí una ligera indisposición. No insista.

Estamos hojeando una revista que nos resulta francamente interesantísima, pero la maniobra se nos está complicando más de la cuenta. A las dificultades que ya de por sí plantea el tamaño de la letra se agregan las pronunciadas curvas propias del trazado y la frenética vibración del vagón. Y eso no es nada comparado con el hecho de que la mencionada revista no se encuentra en nuestro poder, sino en las temblorosas manos de una señora que lee al ritmo de un infante de segundo grado y encima no vacila en manifestar su mal humor al sentir nuestra pegajosa mirada posada sobre su hombro derecho. Por fortuna esa manifestación solo asume una forma gestual. No hay protesta franca, y entonces, con cada resoplido, con cada contorsión o revoleo de ojos, retrocedemos un paso, como las hienas cuando codician la presa de los leones, jadeando y babeando mientras aguardan que aquellos se sacien, o que se junte un número suficiente —de hienas— para perderles el miedo. A los leones.

Así las cosas la batalla se prolonga. Y por mí está bien, tengo todo el tiempo del mundo. Me bajo en la última estación. Diez renglones, resoplido, retroceso, veinte renglones, contorsión, retroceso, cinco renglones, revoleo de ojos, retroceso. No vamos a claudicar, los artículos son buenísimos y no pensamos dejar ni uno por la mitad por una simple cuestión de titularidad. Si quiere privacidad que se tome un taxi. O que nos confronte como es debido. No somos machos pero somos muchos. No se me borren ahora. Es solo una señora. Bien armada, potente, pero solo una señora.

De pronto se suma una circunstancia dramática. Más allá de la promesa de una confrontación épica, la señora cierra la revista y se apresta a descender de la formación. Tres estaciones antes del final del recorrido. La muy ladina. Y justo en la mitad del mejor artículo. Lo está disfrutando, se le nota en la cara.

‘Te vas a quedar con las ganas de leer el final, pavote. Vas a tener que comprar la revista, a menos de que seas vos el que escribió el artículo. Yo me lo voy a leer solita, cuando nadie me vea’. Eso me dice. Con la mirada, por supuesto. Ni en su hora más gloriosa se anima a una confrontación directa.

¿Cómo dice?

Ah, claro. Yo siempre tengo que llevar un as en la manga. Si fuera por usted este vaso de agua se transformaría en una pileta olímpica. Los leones nos correrían por toda la sabana. No sé ni para qué lo traigo, vea.

Ay ay ay… veamos qué se puede hacer por la causa. Pero solo esta vez. No se me acostumbre.

Obtuve el dato, así, de pura suerte, de que la revista no se vende. Se regala. En el subte. En la calle. En la propia redacción. Solo es cuestión de estar atentos. Y encima puede leerse por la internesss. Onlain.

Le juro sobre la tumba de mi perro que yo saldría corriendo a leer ese artículo que me quedó por la mitad por culpa de esa vieja agreta. No lo dudaría ni un segundo, pero da la casualidad de que ese artículo —brillante por cierto— sí que es de mi autoría. Así que me conozco el final, el principio y el jamón del medio. Tomá pa’ vos, vieja chota.

¿Y ahora qué le pasa?

Ah, sí. Perdón.

¿Ya leyó la revista Oblogo?

Pero qué picardía. Semejante publicación no se merece esa actitud prescindente. Sobre todo porque de vez en cuando publican a un pibe que se las trae. Uno que caminó menos de lo que queda por caminar. O eso espera (lo sé porque lo conozco como si conviviéramos desde hace treinta y siete años). Como tres o cuatro veces lo publicaron. Incluso me animaría a pedirles que lo votaran en el concurso Oblogo Banco Hipotecario, si no se hubiese vencido el plazo para votar. No lo hice en tiempo y forma, simplemente, porque genuinamente pienso que existen opciones mejores, y la honestidad entendida como un modo de vida presupone una generosa cuota de estupidez.

Vaya y lea. Si quiere. Y si no, no. Hoy la cosa no viene de pedido, sino de consejo.

También podemos esperar otro subte. Nadie nos corre.

Oblogo Nº 67


Tengan ustedes muy buenas noches.

38 comentarios:

Etienne dijo...

Consternado por no haber leido en tiempo y forma el articulo (sepa, a modo de excusa, que aqui no hay subtes ni revistas gratis) me veo en la obligación moral de decirle que si usted opina que treinta y siete es más de la mitad del camino, deberá replantearse algunas cosas, más allá de estos pequeños gustos...

Que se joda la vieja!! (ésa si que está en la última vuelta)

Abrazos!!

Mona Loca dijo...

A mí no me engaña.
Es mentira uqe usted se subió al subte por lo de la indisposición y etc.

Algo me dice que anduvo yendo y viniendo en las diferentes líneas a la caza de lectores de Oblogo, con el fin de analizar la respuesta a su artículo ( porque ahí sí son artículos, no posts)

Igual, felicitaciones por la impresión!

( del artículo, hombre! De qué venimos hablando?)

besos

Sir Lothar Mambetta dijo...

No exagero si afirmo que no hay como uno mismo para hacerse autobombo.

Lo felicito por la publicación en Oblogo (con tapa y todo, che). Gracias por sacarnos a pasear otra vez, doctor.

Se me cuida, aproveche el lado bueno de la indisposición y reciba un fuerte abrazo.

Mecha dijo...

Ahhhh... maravillosa la forma de enredarnos, darnos vuelta, atraparnos en su red, y todo para qué?
Para el auto-bombo!

No se le ocurrió meterse en política?

Alelí dijo...

bien querido ladino! bien ahì!

que sigan los éxitos y el espionaje de revistas ajenas.

beso beso

El Mostro dijo...

"al club de los que caminaron más de lo que les queda por caminar": no hay que pensar en ello. Hay que disfrutar cada momento siempre, a los 20, a los 37 y a los 51. Más a los 20 que a los 51 o al revés. Yo desde hace un año y medio, viajo en taxi, ida y vuelta, cortesía de la empresa en la cual me desempeño, por razones que aún no alcanzo a entender, pero descarto que sea por mi savoir faire o mi don de gentes. ¿Temerán por mi salud?

No puedo evitar relojear que leen mis compañeros de viaje. Es más fuerte que yo, incluso hice un post sobre el tema.

Ya no leo Oblogo, así que me perdí el artículo. ¿A cuál se refiere? No me haga buscar la revistita!

Saludetes.

Dany dijo...

Felicitaciones!!
Los de Oblogo se toman su tiempo para leer con tranquilidad, ese relato lo puse hace meses en mi espacio como recomendado porque me parece de lo mejor que ha escrito.
Encima comparte cartel con Juan Hundred, otro de los buenos.
Gran Abrazo y que se mejore de su ligera indisposición.

Elvis dijo...

Tiene motivos para sentirse orgulloso, lo merece.
Ya me gustó el artículo cuando lo publicó aquí, y leerlo ahora en una revista demuestra su verdadera dimensión... A la vieja que le den, por egoísta, se perdió llevarse un ejemplar firmado por el autor...
Abrazos.

Anónimo dijo...

Don Yoni

Se siente mal?? espero que mejore. Debe ser el atracòn de helado de bananaaaaa.!!!
saldrè a buscar la revista,con seguridad.
Todos...absolutamente todos, andamos mirando en diarios ajenos o que lee el que està a nuestro lado, es como inevitable. Es como el/la que espia mi blog cada hora, ùltima visita casì cerca de las 05.00 PM
visita reciente 8.00 y asì... todos los dìas, evidentemente le estoy quitando el sueño algùn ser humano que anda rodando por el planeta, espero no covertirme en adicta a su revita y que me pase lo mismo...

porque yo quiero dormir.

cuide la salud.


Le mando sana sana.

La condesa sangrienta dijo...

El hombre que baja al metro no es el mismo que vuelve a la superficie; pero claro, es preciso que haya guardado el óbolo entre los dientes, que haya merecido el traslado que para los demás no pasa de un viaje entre estaciones, de un olvido momentáneo (Julio Cortázar)

Si cambiamos la palabra óbolo por Oblogo, usté no tendría por qué haber soportado resoplidos y rechazos.
Nos queda la esperanza que la potente señora, al menos, haya rescatado su texto de un olvido momentáneo.

Tanta cháchara, con cita de autoridad incluida, solo para decirle...¡felicitaciones!
beso grande

Mona Loca dijo...

Y ahora le digo uqe perdí toda la mañana leyendo la Oblogo en internet.
Todo por su culpa.

Nefertiti dijo...

Excelente forma de promocionar su artículo de forma camuflada. Hago la ola mire.
Fui a buscarlo onlain, la curiosidad me puede...

El Gaucho Santillán dijo...

Hay que leer mas rapido que la vieja y listo!!

Esa es mi estrategia.

Lo de oblogo lo comento en dos palabras:

IM - PRESIONANTE.

Saludos

El Gaucho Santillán dijo...

14!!!

Jesslo dijo...

Hola Yoni, me quedé asombradísima con el final autobombístico, jaja. Bien por ud., bien por la revista que ha escogido algo selecto (en otro momento leeré a quienes comparten créditos con ud. en ella) y bien por los sacrificados lectores de subte, sea en mano propia o ajena como la de su experiencia (alguna vez me ha ocurrido;)) Mis parabienes y que vengan muchos artículos, merecido lo tiene. Saludos.

eMe dijo...

Bueno, muchas felicitaciones, lástima que no llegamos a la votación.
Por otro lado, Guadita se llevó la mención con su comentario, otro alegrón!!!

Ahora, deje de acosar señoras lectoras en el subte, o lo más a agarrar a bastonazos. Yo sé lo que le digo.

Martín dijo...

Lo felicito Don Yoni por este artículo. En la síntesis de post leí autobombo y me fuí al final primero, leí lo de oblogo y aun así no me percate del final sino hasta el final mismo.

Ahora, me acabo de dar cuenta que quizá también ya sea miembro del club de los que han caminado más de lo que les queda. Laputaqueloparió. Con todo respeto.

Martín dijo...

y 18 mecachendiez!

Damaduende dijo...

Uste´sabe donde ´toy yo?
En el trabajo.
Cómo me tira así, de la nada, toda una revista para leer? Qué pretende que haga yo con todas esas bonitas palabras impresas?
No se da cuenta uste´? eh eh?
Y claro, como se va a dar cuenta, uste´que tiene un certificado de su mamá para poder abrir el boliche al mediodía - sí, bueno de su médico, e´ lo mesmo.
En fin.
Lo felicito, hombre! Que buenísimo que esté su historia del payaso en un medio impreso. Lo felicito totalmente.
- y está mi nombre también! vio? A un costadito, casi que no cuenta, pero ja, está ahí... Voy a poder decir casi casi que conozco al autor del artículo desde antes de que entrara al club de los que caminaron mas de lo que le falta caminar.

Rebeca dijo...

Que buena forma de promocionarse. Ahora: a ud. le hace mal viajar en subte no? Tratar con el rabillo del ojo leer una publicacion, desesperadamente como si fuese la ultima oportunidad de su vida de leer lo que sea, llegando a intimidar seriamente a la vieja chot... digo a la honorable señora, cuando ud. tiene a disposicion el texto, no es un poco freak?
(guinnes a la pregunta mas larga)

Felicitaciones por la publicacion!

Julieta dijo...

Te gusta leer "de ojito"????
Tanto preámbulo para promocionar Oblogo! está buena, la estuve chusmeando un poco, luego la leeré con detenimiento..
Saludos y felicitaciones!

Mirta Lepetisa dijo...

por lo general la gente odia compartir sus lecturas. Cuidan más que no le pispees el librito, que que no le metas mano en la mochila. ¡Pero si el artículo lo escribiste vos! ¡Tomá vieja chota!

Pablo dijo...

Lo único que le pido es que no repita la práctica de leer sobre el hombro del vecino cuando viaja en auto.

Y mire si dominará el fino arte del autobombo que incluso nos tiene a todos felicitándolo. Doblemente bien por usted, Bigud.


(¡mamá!¡mamá!¡me publicaron un comentario en Oblogo!)

Anónimo dijo...

le voy a decir algo, aplaudo de pie y silbando (cada tanto dejo de aplaudir y chiflo con los dedos debajo de la lengua). Esta sí es una manera ingeniosisima de hacerse autobombo!

lo FE LI CI TO y le dejo beso

Yoni Bigud dijo...

Etienne: No tiene por qué excusarse. Lo que sí le digo es que a mí 37+37 me da 74. ¿A usté cuánto le da? Mire que gente de esa edad toma la salida todos los días, y nadie dice 'Ay, pero qué joven que era'. También se puede llegar a 90 o 100, pero uno tiene la obligación de ser pesimista.
Muchas gracias a usté.

Mona: Si yo no realizo la encuesta, entonces quién.
Muchas gracias a usté.

Sir Lothar: Muchas gracias a usté. Sea discreto con mi indisposición, hágame el favor.

Mecha: Artera maniobra la mía, lo reconozco. Sin embargo no sirvo para la política. No sé por qué. Muchas gracias a usté.

Alelí: Muchas gracias a usté.

Mostro: Mañana por la mañana se presenta en el despacho del jefe y lo intima a ofrecer una respuesta satisfactoria por lo del taxi. Disculpe el tono, así como de orden, pero es inadmisible lo que le hacen.
Pinche el Oblogo67 que puse al final de este artículo y ahí nomás lo tiene onlain. Mi Payaso se llama.
Muchas gracias a usté.

Señor Dany: ¡Es cierto! Usté lo tiene en su blog. Muchas gracias a usté.
El caballero que usté menciona nos lleva varios campos a todos. A todos. Considero un privilegio que se deje leer así, gratis. Y encima se tome el trabajo de responder nuestros insistentes comentarios.
Muchas gracias a usté, otra vez.

Elvis: ¡Eso! Más allá de la batalla yo le firmaba eh.
Muchas gracias a usté.

VER: Ya estoy 10 puntos, muchas gracias a usté.
La obsesión por lo que el otro lee es, creo yo, un vicio que viene de fábrica con el ser humano.
En cuanto al otro vicio, corra el riesgo. Hay gente ahí que hace muy buenas cosas. Lo mío fue una circunstancia que puede no repetirse.

Condesa: Gran párrafo, claro está. Tendría que haberlo leído antes de subir al subte, cuando era otro.
Muchas gracias a usté.


Un saludo.

CONTINUARÁ EN MINUTOS...

Yoni Bigud dijo...

Mona: Tengo espaldas para aguantar culpas. Estoy seguro de que habrá encontrado material interesante. Algunas cosas están muy bien. ¿O no?

Nefertiti: Sí, pero al final me saqué la careta y fui de frente. Muchas gracias a usté.

Gaucho: No era muy difícil eh. Muchas gracias a usté.

Gaucho: Bien ahí.

Jesslo: Muchas gracias a usté. Aprovecho la ocasión para comentarle que hace algún tiempo recibí una invitación para ir a leer un artículo en su blog. Entré, pero cuando al otro día volví para comentar la invitación había caducado. No lo pude resolver, sepa disculpar.

eMe: No puedo evitarlo. ¿Por qué se cree que es lo del casco?
Muchas gracias a usté.

Shimmy: Ah, sí, fue la emboscada perfecta.
Muchas gracias a usté.
Si se trata de deprimir lectores, estoy para servirlo.

Shimmy: Bien ahí.

Guada: Sí, cómo no. La vi. Lo más importante en cualquier artículo son los comentarios.
Le cuento que mi mamá no me deja faltar, pero yo falté igual. La rata laboral es otra de mis especialidades.
Si quiere le firmo un ejemplar. Con el tiempo valdrá millones. Lo que no sé es millones de qué.
Muchas gracias a usté.

Rebeca: Qué decirle, es la atracción que siempre ejerce lo ajeno. No puedo evitarlo.
Muchas gracias a usté.

Julieta: A esta altura ya debería saber que yo antes de decir lo que vengo a decir, digo un montón de cosas que nada tienen que ver. Y así me salen estos choclos. Sepa disculpar.
Muchas gracias a usté.

Mirta: ¡Eso! Y encima le afané los cigarrillos de la cartera.
Muchas gracias a usté.

Señor Pablo: Domino toda clase de maniobras poco claras, lo admito. Muchas gracias a usté.
¡Lo vi! Sus comentarios son de los que merecen reconocimiento.

laura: Fue una maniobra artera, de esas que acostumbro montar en este espacio.
Muchas gracias a usté.


Un saludo.

Any dijo...

Gracias por el paseo en subte che, a mi si me gusta; cuando era chica, ir a Baires y viajar en subte era "GUAUUUUU!!!"; y aun hoy cuando voy por alli me hago un par de estaciones, para mi sigue teniendo su encanto.

Ah mirá! salió en Oblogo salió! Claro, cuando llegue a casa, pasaré por alli a leer.
Ohhh como no avisó lo del concurso??? Yo lo hubiera votado, nianquesea en agradecimiento a que nos lleva de paseo y un poco también porque me gusta como escribe ...
Abrazo

La Novia dijo...

Hoy venía derechito a felicitarlo, leí la oblogo anoche y me encontré con su payaso!!!

Felicitaciones!!!

Oiga... la vieja agreta sería yo??? era en la A???
Disculpe, odio que me lean por encima del hombro...

Saludetes...

Jesslo dijo...

Le he reenviado invitación. No sé que ha ocurrido, experimento con blogger y hace un tiempo ya he puesto mi blog en modalidad privada, se requiere aceptación del invitado y al acceder creo le pedirá su clave de correo, no estoy segura, es cosa del sistema en todo caso. De todos modos, no he posteado últimamente, por lo que no se ha perdido de nada. Nuevamente mis felicitaciones!!

A.R.N. dijo...

alla vamos sir yoni, admiro esa cualidad que tiene para mandarnos a otro lado. muas

Yoni Bigud dijo...

Any: De nada. Ocurre que sumar esto a la campaña de MIB en Bitácoras me pareció un abuso. Me alcanza con esta humilde promoción.
Prepárese que en las próximas semanas haremos algún paseito más. Cortito.
Muchas gracias a usté.

La Novia: Yo siempre viajo en la A, así que no lo descarte.
Muchas gracias a usté.

Jesslo: Muchas gracias a usté. Creo que ahora sí quedé como invitado permanente.

A.R.N: Y yo no dejo de sorprenderme de que vayan. Muchas gracias a usté.

Un saludo.

Samain dijo...

No entiendo por qué la gente se molesta cuando le leen la revista/libro, etc. Si no es que uno le dice "pará pará, me falta un renglón" cuando quieren cambiar de página.

Molesto es que vayan leyendo lo que uno escribe.

Samain dijo...

No entiendo por qué la gente se molesta cuando le leen la revista/libro, etc. Si no es que uno le dice "pará pará, me falta un renglón" cuando quieren cambiar de página.

Molesto es que vayan leyendo lo que uno escribe.

Emoción dijo...

Perdón la ignorancia pero desconozco la publicación por lo que me quedé con ganas de saber algo más sobre ella ya que el enlace no me lo permite.
Por otro lado y a propósito del buen resultado de su trabajo de campo en los medios de transporte, ¿no vio al chofer milonguero?
Un abrazo.

Javier F. Noya dijo...

Su estilo de tirar la escupidera disfrazado de predrador carroñero me puede, don Yoni, qué quiere que le diga...Y la Oblogo está buena. ¿Si voy a leerlo? Ni en pedo, con la letra chiquita y lo que me cuesta registrarme en Interné, espero ojearla de coté en el bondi, o el subte. Abrazo.

Yoni Bigud dijo...

Samain: Sí, y que le marquen las faltas de ortografía.
Muchas gracias a usté.

Samain: Sí, y que le marquen las faltas de ortografía.
Muchas gracias a usté.

Emoción: ¿Cómo que no se lo permite? El link 'Oblogo 67' la lleva a la página de la revista che.
Me pareció verlo, pero solo cuento con su descripción.
Muchas gracias a usté.

Javier: ¡Oiga! No hace falta que se registre en ningún lado.
Muchas gracias a usté.


Un saludo.

Caia dijo...

Donde quedaron esas épocas en las que se subía al subte y alguien lo culpaba de ser el autor de algunos olores sospechosos?
Debo decir, estimado, que respeto muchos de sus escritos aunque no avalo muchos de sus comentarios. Quizás la lejanía de los blogs me mantiene la mente fría, y debo confesar que, a veces, el "hola, pasé a saludar, pasá por el mío", parece no distar mucho de otros comentarios. El pasar por pasar.. no da.. Mejor no comentar, no?
Yendo al post, está mi viejo amigo Fabián Zalazar nominado, pero no creo en los Oblogo, ni en los premios, son como el Oscar mire, todo arreglado, y además, quien necesita de un premio? Le dejo un saludo.

Esilleviana dijo...

Solo tiene 37 años? le echaba más edad por su buen escribir... por tanto, tengo que tutearle, compartimos años de nacimiento...

"Mi payaso". Usted no es un payaso porque no es un tipo triste...

pasó el 20 de octubre, pero seguro que habrá más ocasiones para leerle, no solo en oblogo069 sino también en otras publicaciones, eres muy bueno escribiendo.

un abrazo