Extraña sucesión de infortunios que, poco a poco, fueron minando mi voluntad hasta transformar aquel viejo anhelo de triunfo en esta pacífica convivencia con el fracaso.

martes, 12 de julio de 2011

TENGO UNA PREGUNTA

Síntesis del post: Una pregunta. Una duda administrativa. Teléfono. El Palacio. Departamentos. Solución sugerida.

Tengo una pregunta. Una duda administrativa. Y para resolverla cuento solo con un triste papel, una factura o una boleta, que una empresa postal se ha encargado de hacer llegar a mi domicilio. Figura un teléfono, por supuesto. Veinticuatro horas al servicio del dudoso desesperado, proclama. Se ufana. Sin embargo por más que uno insista no atiende nadie. Nuestros operadores se encuentran ocupados con otros dudosos desesperados, por favor aguarde en línea hasta que alguno se rinda. Eso es lo que informa mecánicamente la voz de una señorita mientras, de fondo, Patricia Sosa apela a lo peor de su repertorio para provocar el desistimiento prematuro de aquellos que aún no hemos tenido la posibilidad de salir a la cancha. Esta noche no me pidas nada, solo endúlzame los oídos, dice la muy canalla. Esta noche olvidemos todo, agrega por fin. Esta gente tiene todo muy bien planeado. Lo único que yo traigo a la mesa de discusión son pedidos y quejas amargas que no puedo quitar de mi mente, así que resulta bastante claro que no vamos a llegar a buen puerto.

La alternativa que me queda es presentarme en la dependencia en cuestión, cuyo domicilio figura al dorso del papel, justo debajo del teléfono. Por lo tanto hacia allí me dirijo. El Palacio del Burócrata, Fragata Piperine 1446, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Cualquier cosa antes de seguir escuchando ese tono impostado de la inefable Patricia Sosa.

En el mostrador de información me recibe una señorita que refleja en su rostro un cansancio estructural. No es el día, no es el clima, no somos los dudosos desesperados. Es la vida en sí misma, y no parece existir una solución.

Tengo una pregunta. Una duda administrativa. Cuento solo con este trist… Departamento ‘Dudas menores’, tercer piso por la escalera caracol, segunda puerta a la derecha. Pregunte por el señor Gutiérrez. Me lo dice sin quitar la vista de un oscuro monitor donde una pelotita plateada rebota contra los lados a la espera de que alguien –alguna vez- presione una tecla y dé por terminado su viaje.

Tengo una pregunta. Una duda administrativa. Cuento solo con este triste papel para resolverla.

El señor Gutiérrez estudia el documento con ojo minucioso, sin emitir un sonido por casi cinco minutos. En ese lapso no hay gestos, actitudes ni movimientos que permitan inferir su conclusión. El hombre es impenetrable, y eso me genera cierto nerviosismo.

Departamento ‘Dudas más o menos justificadas’, cuarto piso por la escalera caracol, primera puerta a la izquierda. Pregunte por el señor Rosales. Y me devuelve el papel sellado e inicializado.

Tengo una pregunta. Una duda administrativa. Cuento solo con este triste papel para resolverla.

El señor Rosales no es el señor Gutiérrez. Sí, ya sé que eso es obvio, que es un señor distinto, probablemente más capacitado y con un traje más caro; pero me refiero a que es mucho más permeable que su compañero. También estudia el documento con ojo minucioso, pero se rasca la barba entrecana, menea la cabeza en clara señal de que está frente a un asunto intrincado, que todo está muy mal y que amerita acciones inmediatas y definitivas. Eso, aunque parezca contradictorio, me tranquiliza un poco.

Departamento ‘Dudas insoportablemente complejas’, quinto piso por la escalera caracol, tercera puerta a la derecha. Pregunte por el señor Barovero. Y me devuelve el papel inicializado, pero sin sello.

Tengo una pregunta. Una duda administrativa. Cuento solo con este triste papel para resolverla.

El señor Barovero observa el documento preso del más absoluto desconcierto. Abre los ojos como dos huevos duros y cada tanto se cubre el rostro con las palmas de las manos y menea la cabeza negativamente igual que el señor Rosales, así, con el papel entremedio, como si lo estuviera olfateando o lamiendo, provocando de paso ese ruidito tan característico que hacen los papeles cuando alguien los arruga o los estruja. Luego rompe en un llanto uniforme y profundo mientras confiesa, entre sollozo y sollozo, que todo le resulta insoportable (lo cual no parece algo tan descabellado tomando en cuenta el departamento que dirige).

Departamento ‘Dudas irresolubles’, sexto piso por la escalera caracol, tercera puerta a la izquierda. Pregunte por el señor Vilallonga. Y me devuelve el papel sin iniciales o sellos.

Tengo una pregunta. Una duda administrativa. Cuento solo con este triste papel para resolverla.

El señor Vilallonga me recibe con una enorme sonrisa, un abrazo y un café con crema. Coloca el documento en uno de los vértices del escritorio y me ofrece un sobrecito de azúcar mientras se queja de lo mal que juega la selección. Lo escucho un rato largo, pero cuando me resulta evidente que no tiene pensado abordar el asunto que nos convoca lo interrumpo. Le pregunto si tiene pensado hacer algo con mi problema.

Absolutamente nada, me responde. ¿Acaso no vio el cartel de la puerta? Dudas irresolubles, dice. Irresolubles. Eso significa que no tienen solución. Que no se puede hacer nada. ¿Usted quiere que yo simule que estoy haciendo algo? ¿que estoy preocupado por su situación? Y de inmediato se despacha con un compendio de gestos ampulosos mientras hace como que habla por teléfono con la señora presidente sobre mi duda administrativa.

Finalmente decido interrumpir la dramatización. Entendí el punto, no soy estúpido. Pero me gustaría que me diera un consejo para poder retirarme sin esta sensación de haber perdido la mañana.

Le recomiendo que haga como si este asunto no existiera, que espere que todo se resuelva por la providencia divina. En síntesis, asuma una actitud marmórea.

Me quedo mirándolo –infiero- con una expresión muy similar a la del señor Barovero.

Marmórea. Como de estatua, agrega inmóvil, imitando la postura de alguno de los próceres inmortalizados en cada plaza de la ciudad.

Dicho esto abre la puerta de la oficina, me estrecha la mano, rompe el documento en muchos pedacitos que revolea por el aire y me regala un pequeño calendario 2011 con la siguiente leyenda:

‘No hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague’

Y ese es el fin de mis peripecias.

Tengo una pregunta. Una duda administrativa. No cuento con papel alguno para resolverla, pero quisiera saber si puedo mover la mano para rascar mi marmórea mejilla derecha sin que me caiga encima una intimación.



Tengan ustedes muy buenas noches.

PS: En breve reanudaremos las visitas por los espacios amigos y afines.

39 comentarios:

Gabriel I. dijo...

Estimadísimo: Comprendemos que todo este tiempo de ausencia suya se debe a un más que probable allanamiento por la falta del triste papel que ud. ya no tiene en su poder dada la actitud destructiva/evasiva del Sr. Barovero y que al tratar de explicar este hecho al oficial que lo interrogaba (mientras seguía revisando los cajones de su estudio revoleando todo a su paso pues estaba sin ayudante -el oficial-) éste en un momento se detuvo -no se sabe si por no encontrar nada o cuando le nombró la leyenda del calendario-, enarcó la ceja derecha mientras el resto de su rostro continuaba marmóreo, y le dijo: "me va a tener que acompañar".
Y aquí está, varios días después porque un hombre bondadoso con una reluciente calva pagó la fianza...
Sí, no se sabe cómo Patrick Stewart se enteró de su caso. La burocracia llega a límites inesperados, vió?

El Gaucho Santillán dijo...

Yo probarìa entrando con un lanzallamas.

No sè si averiguarìa la respuesta, pero infundirìa respeto.

Un abrazo.

Alelí dijo...

un día de furia es lo primero que me viene a la mente mientras leo.

aguante "un día de furia", si.

Bugman dijo...

Señor Bigud, las malas noticias siempre llegan. (Pero siempre le queda esperar 5 años a que prescriba)

Any dijo...

Vea, yo suelo hacer un itinerario parecido al suyo dentro del palacio de tribunales (palacio ... ja). He puesto cara marmórea, maderóedea, de poker, de nada, de nontiendonada, de desesperada ... la que mas me resulta es la de tujes, pero bien reconcentrada, con una pizca de mirada asesina a punto de sacar el cuchillo. A la gente que está detrás de un mostrador nada la conmueve, muy de vez en cuando un grito histérico surte efecto, pero no siempre. Lo comprendo absolutamente.

Un abrazo solidario

Any dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Bugman dijo...

Ah, me olvidaba, quiero el trabajo del sr. Villalonga.

El Mostro dijo...

HAY QUE MATARLOS A TODOS, con todo respeto, claro.

Haga la gran mostro y la próxima concurra con una cadena.

Éxitos.

Anónimo dijo...

bueno, usted tuvo el coraje de llegar hasta el sexto piso, yo no lo hubiera podido hacer.

sufro de vértigo y la escalera de caracol me descompone solo de nombrarla

y a la vista de los resultados, creo que yo hubiera salido favorecida....

al menos un poquito más que usted

un beso, Don, ya sabe

Anónimo dijo...

Don Yoni

Si hay algo que detesto en esta vida es tener que lidear con esa cosas, sepa disculparme usted pero voy a tener que meterme con su profesiòn, en Lavalle 1120 lugar que usted debe ubicar con toda seguridad, he subido escalera caracol hasta el piso 8 º, hasta el 5 º y hasta no se cual otro, porque no voy hacer cola para esperar a tomar el ascensor, todo para ver un expediente por derecho propio y realmente es donde me dì cuenta que uno en determinados momentos de la vida puede llegar a convertirse en una asesino en potencia.
Pero digamos que ha primado la cordura siempre y tratè de ponerle la mejor voluntad a la cosa, pensè en sobornos en poner caras amigables, pensè mil cosas y si todavìa no estoy presa es porque tan loca no estoy y màs de una vez me he contenido que me traten de pelotuda y me tengan como bola sin manija de juzgado en juzgado.
Por suerte he dado ahora con un buen estudio que hacen las cosas con seriedad y dignidad.

Le mando un abrazo.

PD. Cualquier cosa hay que ir a una armerìa.

Dany dijo...

Es todo un juego perverso, Yoni. Es así como la gente se mueve de un lado a otro, se incrementan los puestos de trabajo, aumenta el caudal de gente en los transportes. se consume más papel, se venden más trajes y así hasta el infinito. Luego se dice que el PBI aumentó un 6 por ciento y todos contentos o no......pero a quien le importa.
Eso sí.....deje esa actitud marmórea que pronto va a tener que volver a peregrinar.

Dany dijo...

Ahhh ....abrazo!

Sir Lothar Mambetta dijo...

¡Aaaaah!
¿Siente el poder de la duda, doctor? Aférrese a ella porque es lo único perdurable en el infinitamente intrincado mundo de la burocracia.

Lo suyo, doctor, es impecable. Es un poco extraño que nos tenga acostumbrados a sorprendernos siempre.

Un abrazo.

Etienne dijo...

y 14!

Etienne dijo...

La burocracia o los trámites tienen su cuota irritante, pero (siempre hay un pero) suelen servir para resolver metódicamente las cosas. De esto se deduce que el sistema es falible pero es lo mejor de que se dispone para ese tópico en particular.
Siguiendo con el discurrir del pensamiento, el sistema está formado por personas; de esto se descuelga que tal vez el engranaje que falla es algún humano. Por lo tanto, es plausible afirmar que su pregunta bien pudo ser respondida por el Sr. Gutierrez, Rosales o Barovero pero que en su incapacidad para el puesto no lo hizo. Del Sr. Vilallonga no opino, se nota que es muy capaz e informado para su puesto.
En menor medida se me ocurre que usted no supo postular bien su duda o no esperó lo suficiente al teléfono; no suele usted estar taaan equivocado. Aunque su desagrado por la voz melosa de mi adorada Pato me hace dudar...
En fin, me voy a rechazar algunas consultas!
Abrazos!

Epístola Gutierrez dijo...

Casualmente estoy lidiando con algunos trámites y los circuitos burocráticos le están haciendo mucho daño a mi salud (mental)
Si usted llegase a tener nuevamente un problema con la misma institución, yo le daré el número privado de mi hermano, el que trabaja en el departamento "Dudas Menores" y él le evitará ir a perder la mañana, aunque queda claro que no resolverá su problema, eh.
Un abrazo.

La Novia dijo...

No hace mucho tuve un viaje similar por los ocho pisos de el Palacio de los Tribunales, y finalmente tuve que contratar un abogado... Usté mentiende...

Creo que la mejilla puede rascársela, pero solo una vez por día, y cuando no hay nadie...

La Novia dijo...

Y dieciocho...

Viejex dijo...

A veces creo que los burócratas son más perversos que los que diseñan las suelas de las zapatillas...

Yoni Bigud dijo...

Gabrielli: Lo que no entiendo es por qué el señor Stewart me dijo que el sueldo de aquí a julio del año que viene me lo va a pagar mi mamá. ¿Está segura de que era él?

Gaucho: Una táctica conocida, mas nunca aplicada.

Alelí: Ya lo creo.

Señor Bugman: Costumbre no me falta.

Any: No es conmoción, es apenas sobresalto. Luego del grito todo regresa a la normalidad.

Comentario suprimido: Oh.

Señor Bugman: Imposible. Con su indiferencia hacia la pelota usted no podría siquiera nombrar tres jugadores de la selección.

Mostro: Una cadena, sí. O una 3 57.

laura: Una vez que uno comienza ya quiere ver cómo sigue. La paciencia no le hubiera fallado, aunque lo de la escalera caracol ya es más complicado.
Muchas gracias a usté.

VER: Apuesto a que consiguió un estudio serio, con abogados que utilizan el ascensor en vez de las escaleras. Esa gente siempre está a la vanguardia.
Valga como aclaración (a usté que es más nuevita por estos lares) que yo no ejerzo la profesión. Y nunca lo haré.


CONTINUARÁ...

Yoni Bigud dijo...

Dany: Somos víctimas de una enorme conspiración, coincido con usté.
No puedo, ahora me acalambré.

Dany: Igualmente.

Sir Lothar: Más bien ella me tiene aferrado a mí, y mejor no sigamos con las descripciones.
Muchas gracias a usté.

Etienne: Bien ahí.

Etienne: Treinta segundos de su adorada Pato habrían sido más que suficientes. Pero yo me quedé como cinco minutos. Si eso no es saber esperar...
Vaya nomás. Rechace.

Epístola: Déjeme decirle que su hermano no tiene muy buena voluntad. Sepaló.

Novia: La entiendo. Ahora vigile mientras me rasco.

Novia: Bien ahí.

Señor Viejex: SON los que diseñan las suelas.


Un saludo.

Gabriel I. dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Gabriel I. dijo...

Supuse que era él (aún sin saber previamente su nombre) por su tick de tocarse el pecho sobre el lado izquierdo y cuando estaba sentado en el sillón intentaba algo así como hacer girar los apoyabrazos hacia atrás... aunque ahora que lo dice puede que el refulgente brillo de su cabeza haya afectado mi poca capacidad racional y me hiciera imaginar todo eso.

Pd: editado por burradas de tipeo...

Damaduende dijo...

Ubica uste´a Asterix? Las Doce Pruebas del idem? La prueba número... algo... lo mandaba a buscar un formulario a la casa de la locura, que era algo parecido a lo que uste´describe. Eventualmente, al borde de la amenazada locura, Asterix se harta, va al primer mostrador y pregunta por el formulario 2BBX/37. La señorita se desconcierta y va a preguntarle a un superior... Menos de media hora después de que el lugar se viene abajo y con tal de que se vaya, le dan el formulario que él buscaba.
Le admito que siempre quise hacer una cosa así, pero nunca he juntado el coraje... La próxima vez pruebe uste´... a lo mejor le resulta y lo mandan con el sr Villalonga de entrada y no pierde tanto tiempo.

LadyMarian dijo...

En mi casa mi padre usa otra versión:"No hay plazo que no se cumpla ni tiento que no se corte"

Menos mal que no me tocó a mí hacer ese trámite. Yo hubiera sido "la loca gritona" en ese caso. Sí, se ríen de la loca gritona pero generalmente consigue lo que quiere porque no quieren seguir oyéndola (así como usted no aguantaba más a Patricia Sosa).

Espero que se solucionen sus problemas y no que termine tras las rejas... ;)

Besos

Mecha dijo...

Jajajajaja... qué lindo escribe Usted, Don Yoni!

Hizo que se me aparecieran, mire. Cada uno de sus burócratas consultados, se aparecieron en mi mente como si los estuviera viendo. Alguno era pelado, otro era panzón, y otro tenía ojos tristes.

El tema es que, como la frase de su calendario, no hay cuenta que no se pague, Don... temo por su su bienestar familiar, o su libertad, lo que ocurra primero...

Epístola Gutierrez dijo...

Es cierto. Pero son los años dentro del sistema. O se adapta de ese modo o le afecta a su salud.
De todos modos, si necesita algo de él, yo me ocuparé de que tenga buena voluntad.
Saluditos.

Cris dijo...

Don Yoni , éste parece "El Juego de las Lágrimas " , al final llega la sorpresa!! ,raro no se encontró con ATRASSSSSSS , la empleada pública de Gasalla , antes de molestarme tanto hubiese probado llamando al......14??.
Saludinguis
Cris//mujeresdesincuentay

Lelé dijo...

Mientras leía pensaba: "El señor Bigud compró un auto usado y está haciendo la transferencia".

Yoni Bigud dijo...

Comentario suprimido: Oh.

Gabrielli: Creo que se dejó llevar. En realidad estoy seguro.

Guada: Leí ese capítulo de Asterix, y es verdad que podría haber sacado alguna enseñanza.
Muchas gracias a usté.

LadyMarian: No conocía esa variante del refrán.
Creo que por ahora estoy a salvo de la cárcel, pero no hay que escupir al cielo.

Mecha: La libertad siempe es lo último que se pierde.
Muchas gracias a usté.

Epístola: Confío en usted.

Cris: De esta gente no lo salva a uno ni el 14, ni el 18 ni nada.

Lelé: Ah, sí, ese también es un bonito trámite, pero no es el caso.


Un saludo.

Maga h dijo...

jaja..insoportable y destructivo periplo!!! pero como siempre me hizo reir y recordar que hace muy poco tuve un problema con mi Movistar y una duda administrativa pero sòlo un #611 para hacerla y personas que me atendian en cada intento con tonos mas o menos provincianos, sospecho yo para despistarme, ya que estaba buscando un lugar fìsico para ir a tirarles una bomba!
Me sacaronnnnnnnnnnnnnn.

AbrazO!

La condesa sangrienta dijo...

A preguntas administrativas, respuestas burocráticas.
No hay vuelta que darle, el usuario termina haciendo el papel de pelotudo.

Next...!

Ochurus dijo...

Una maravilla Yoni. Este año vienen on fire...usted, y su escritura.

siempre es un placer leerlo.

un saludo

Martín dijo...

Oh, la sede administrativa. Qué laxitud... Me hace acordar a los amigos de la AFIP.

Por cierto, la forma artística que le imprime a algo tan desesperadamente horrible como lo son los trámite burocráticos, es sorprendente.

Yoni Bigud dijo...

Magah: La tarea de esa gente es, precisamente, que la bomba le explote a usté en las manos.
Muchas gracias a usté.

Condesa: No hay vuelta que darle.

Ouchurus: Muchas gracias a usté.

Shimmy: Los amigos de la AFIP... sí. Qué gente esa. Son casi los únicos que pueden darse el lujo de entorpecer el trámite de pago y aún contar con la 'predisposición' del usuario.
Muchas gracias a usté.

Un saludo.

Caro Pé dijo...

Dudas menores,dudas más o menos justificadas,dudas insoportablemente complejas,dudas irresolubles, qué cadena burocrática al pedo XDios!jáj! tremedísimo su post.

Uy tiene razón Alelí, qué buena peli "Un día de furia"
Un Saludo!

Canoso dijo...

Comprendo por lo que está pasando. Me ha tocado hacer una hermosa recorrida por innumerables oficinas para pedir que me poden el árbol de la entrada de mi casa.
Cuando creía que todo era imposible, llegué finalmente a una oficina pequeña y mal iluminada en donde donde me pusieron dos sellos y me dieron libertad de acción para destruir impúdicamente la naturaleza.
Insista que va a conseguir una solución a su duda adminsitrativa.
Abrazo!

Mariela Torres dijo...

Nooo, ¡qué terrible!

Me hace acordar a cuando intenté sacar el monotributo, y ganaron ellos.

Saludos.

Yoni Bigud dijo...

Caro Pé: Interesante película, sí. Muchas gracias a usté.

Señor Carugo: Lo que usted consiguió, asumo, es que en el futuro lo intime otra dependencia por haber podado el arbolito. Una característica saliente de la estructura estatal es que las distintas oficinas desconocen mutuamente su existencia.

Mariela: Usted evade, no le eche la culpa al Estado.


Un saludo.